24/1/17

Haciendo de mamá

El otro día me llamó la madre de la Niñadelscollons porque le había surgido una reunión y me pedía el favor de ir a buscar a su hija, llevarla al parque de cerca del colegio y esperarla allá. ¡Cómo me iba a negar! Una escoge a sus amigas antes de que tengan descendencia. No llegues tarde, me dijo, que se pone tensa porque tiene miedo a que me olvide de ella.

Miré el reloj y quedaban tres cuartos de hora antes de que saliera del cole. Debo confesar, que me dediqué a hacer por casa todo aquello que nunca me apetece a hacer con la idea de llegar tarde a buscarla. Pero una fue educada en la puntualidad, y cuando quedaban diez minutos, corrí como una descosida  por la calle para que no tuviera que esperarse.

Salió con una sonrisa en los labios, buscando a su adorada mamá (ambas la adoramos, no es ningún secreto) y al no verla, he ahí mi sorpresa, se me lanzó a los brazos sin perder la sonrisa.

–Hola, Dintel.

–Hola, Niñade… Hola. Tu madre me ha llamado que se retrasa y me ha dicho que vayamos a esperarla al parque.

Se me ha cogido de la mano y me ha conducido fuera del colegio dirección al parque. Después de unos minutos en silencio, nunca sé qué decirle, me he acordado que mi madre siempre me preguntaba cuando salía del cole, qué había comido.

–¿Qué has comido hoy?

–Hoy hemos comido brócoli con patatas –me ha contado totalmente emocionada, con un tono de relamerse con el recuerdo.

A mí, que el brócoli, ni fu ni fa, he querido ser buena y educativa con la adorablehijilla de mi amiga y le he dicho:

–¡Mmm, brócoli, qué bueno!, ¿te gusta?

–Síiiii, lo he cortado pequeñito para que no se viera.

Y con “ajá” he concluido toda conversación. Nunca voy a entender a los niños.

4 comentarios:

Karol dijo...

jajaja, entender a los niños es toda una aventura!. Yo a veces me quedo con unas mellizas de 3 años y sus conversaciones son dignas de posterior estudio.
Aunque he de reconocer que su simpleza de ver las cosas, a veces, es envidiable.

Nosu dijo...

jaja, como echaba de menos la Niñadelscollons!

Y así es como aprenden a autoengañarse...cortando el brócoli en trocitos para que no se vea, eso sí, riquíiisimo

dintel dijo...

Karol, más que una aventura es un deporte de riesgo, de mucho riesgo.

dintel dijo...

Nosu, no solo de brócoli vive el hombre, de autoengaño, también se alimenta, sin lugar a duda. La Niñadelscollons forever.