2/1/19

Mi analfabetismo emocional


A veces, cuando me comparo con alguna de mis amigas, veo que tengo mucha más inteligencia emocional de la que me creo. Empezando por la capacidad de relisiliencia. A pesar de los dolores y tristezas que me produzca cualquier ruptura (del tipo que sea: amorosa, de amistad, laboral) mi mente en seguida se aferra al dicho: “a otra cosa mariposa”. Empiezo a construir una nueva realidad para mí y así soy capaz de sobrevivir a todas esas catástrofes en las que acabo metida por mi analfabetismo emocional.

Por otro lado, tengo el sentido del humor necesario para reírme de lo que me está pasando y ver, no sin hilaridad, el lado más agrio desde una perspectiva cómica. El reírse de una misma y de sus circunstancias hace que me sea más fácil aceptar el desgraciado hecho que haya ocurrido. Hay gente que piensa que eso es humor negro, pero no es así; solamente es un recurso de supervivencia. Por otro lado, es una manera de contar aquello que me duele e impedir que se enquiste o que se tumorice y crezca a su libre albedrío, llegando un día a volverse en mi contra.

Acepto, de una manera casi sumisa, las pérdidas, pienso que son algo contra lo que no se puede luchar. Y en más de una ocasión he sido yo quien ha decidido perder, cosa que encuentro, de alguna manera, honesta.

Así, que cuando veo a alguna de mis amigas que considero más “desarrolladas emocionalmente que yo”,  que pasa el tiempo, y sigue pasando el tiempo y son incapaces de salir del agujero en donde se hallan, en mi fuero interno me siento segura conmigo misma, porque por ahora, he salido de todos y cada uno de los baches de la vida, aunque no me llegue a gustar del todo el lugar donde anido ahora.

Todo se andará. También esto pasará (título de un libro que, por cierto, me gusto mucho).

2 comentarios:

Nabila dijo...

A mí me pasa igual incluso me lo dice mucha gente, aveces esos baches ni me lo notan yo creo que se debe a que soy alegre ,otras me dicen que tengo una salud mental muy buena.
Yo creo que esto puede llegar a ser bueno y puede llegar a ser malo.
Abrazos

dintel dijo...

Nabila, qué suerte que no se te noten los baches, a mí se me nota todo, cambio absulutamente mi tez, mis movimientos y mi humor.