A veces pienso que debiera escribir la historia de mi vida.
Que el día que no esté se perderá mucha información que solo sé yo. Cuando
alguien muere, se lleva información que no permanece en ninguna otra parte.
Debiera haber un registro para que no desapareciera. ¿Y esa información
importa? Creo que solo tiene valor para la persona que la ha vivido. Creo que
mejor no escribo la historia de mi vida y me voy a tomar una cerveza, o mejor
una copa de vino.
A veces me coge la sensación de que tengo mucho que contar.
De que es imprescindible que deje mis pensamientos. Suerte que en seguida despierto
de esta extraña ensoñación que no me conduce a nada y vuelvo a poner los pies
en el suelo. Creo que tengo croquetas en el congelador.
10 comentarios:
Pienso que sí, que seguro que tienes mucho que contar, pero es tu vida...
Un abrazo.
jajajajaja ¿de pollo o de jamón?
😉
Me encanta esa cabecita loca que piensa tanto y tan variado.
Escribe unas memorias, o dos... Yo las leería, sin dudarlo.
Beso grande.
A mí me encantaría leerlas, eso no lo dudes.
Un beso
Curiosidad , si que habría... si te sirve, en internet, seguro que quedarà alguna cosa de nosotros. Aquí ya resulta difícil eliminar todo rastro !, pero te doy la razón, mucha información sólo sería útil a uno mismo, así que si no tienes planes de reencarnarte algún dia, ya sabes ! ;)
Por cierto, la última frase si que resulta interesante , sobre todo si es hora de cenar !!
Qué familiar me resulta tu monólogo...
Un beso croquetero.
Rafael, creo que me lanzo a contar. Tienes razón.
Laura, ¿unas memorias antes del olvido? Cabecitas locas al poder!!!!
Carmela, muchas gracias, te avisaré, si logro escribirlas.
artur, la última frase es una llamada al apetito.
Eva S. Stone, lo familiar es lo cercano.
Publicar un comentario