Buena parte del fracaso viene del desánimo que llega de fuera.
Desistir -como decisión personal- de lo que se resiste de forma impertinente implica casi siempre cambios de rumbo, seguro que muy sabios. No lo llamaría fracaso.
Tengo serias dudas sobre el concepto de fracaso (es que no me termino de creer que exista de esa forma tan rotunda). Y también sobre las opiniones que vertemos unos sobre otros. Creo que me lo tendré que hacer mirar.
PUes mira, para mí el peor fracaso es el que yo misma observo que he tenido. No me considero perfeccionista pero me aproximo bastante y como algo se me ponga en la cabeza... uyyyyyy peligro porque iré a por ella casi con total seguridad.
La gran censura real es la que nos ponemos a nosotras mismas. La diferencia es con el color que la pintemos; desde la oportunidad de mejora, de cambio , de ataque desde otro lado o en otro momento ( que implican esperanza y esfuerzo ); o desde el abandono,renuncia, culpa y desánimo. ( que traslucen depresión , inseguridad y miedo). Y esto se ve clarísimo desde que somos pequeñit@s.
¡Joer, Dintel, has vuelto a darme en el clavo con esta entrada! Y añado, ¡qué torpes somos cuando dejamos que las opiniones ajenas nos influyan de esa manera!
Yo estoy con Leo. No entiendo muy bien eso del "fracaso". A veces, lo que tenemos es una especie de epifanía que nos hace ponernos delante del espejo y decirnos "pero hijuca mía, ¡despierta!" Se llama enfrentarse a la realidad (un ejemplo: yo quería ser como Alicia Delarrocha y mira, ni a flautista de Hamelín llegué). Entendido de este modo, creo que enfrentarse a la realidad y ser consciente de las propias limitaciones es algo sanísimo.
Y lo mismo con las opiniones ajenas: creo que hay que saber "buscar" y bucear entre las opiniones. ¿O te fías lo mismo de la opinión de una madre que de la opinión de alguien que sabe de lo que habla? Que alguien te diga que haces algo "mal" tiene tantas interpretaciones posibles... ¿y si te lo dice por ignorancia? ¿O por envidia?
Y en tercer lugar, no todo es conseguible. En esta cultura tan inmediata y posibilista, se nos inculca que todos podemos ser de todo; hay por ahí un artículo de Javier Marías que lo explica muy bien. Yo nunca seré una gran bailarina, ni una gran fotógrafa, ni seré una chef con estrellas Michelín. Lo cual, por cierto, no me impide bailar, ni seguir haciendo fotos, ni degustar los platos que cocino ;-)
Por eso no estoy de acuerdo con tu entrada de hoy :-)
Que se me olvidaba: lo que sí me parecería inaceptable es que las opiniones ajenas te impidiesen disfrutar al máximo de tus pequeños intentos cotidianos. Ya sea escribir, cocinar, bailar o tocar la flauta. Al final, lo único que importas eres tú misma y ahí tú eres tu mejor juez.
No creo que las opiniones ajenas sean la medida de mis logros. Pero siempre acepto una buena sugerencia, para mejorar....que es algo más gradual y menos ruidoso. Aprender de los propios errores.
hola guapa; para mí el fracaso es algo puramente introspectivo, fracaso sólo cuando dejo de intentarlo.. aunque también es cierto que a veces conviene parar, observar y escuchar durante el desarrollo del proyecto, pues los medios que se utilizan para obtener el resultado deseado pueden no ser los más idóneos
Pues a mí el fracaso en un asunto ha sido la puerta abierta a otro que ha resultado colmarme de felicidad (por el momento y hasta que fracase en ello, momento en el cual buscaré y encontraré otro asunto que me colme de felicidad a su vez).
bueno, a veces nos rendíamos, pero ahora que somos más experimentadas, sabemos que de los fracasos podemos llegar a nuevos logros. Por mucho que digan. Lo importante es lo que te digas tú.
Me recuerda a la historia del elefante encadenado que ya no intenta escapar porque lo intento de elefantito y no pudo, y ahora crecido que podria romper la cadena, no lo intenta porque guarda el recuerdo de no poder.
32 comentarios:
efectivamente!
Todo depende del grado de cabezonería que se tenga, porque como se te meta algo entre ceja y ceja...
Estoy con Cris.
A mí me basta con que alguien me diga No, para yo querer SÍ...
:P
En cualquier caso también dependerá de la credibilidad y autoridad que una otorgue a esa persona que le dice que lo hace mal. ¿No?
El fracaso aparece cuando una tira la toalla. Solo ahí.
totalmente de acuerdo con Tanais, de hecho es lo que iba a poner yo :D
Como en el cuento de la ranita sorda...
Buena parte del fracaso viene del desánimo que llega de fuera.
Desistir -como decisión personal- de lo que se resiste de forma impertinente implica casi siempre cambios de rumbo, seguro que muy sabios. No lo llamaría fracaso.
Tengo una frase en mi blog que dice:
"Como no sabían que era imposible...lo hicieron."
pero a veces, fracasamos cuando no aceptamos el fracaso..
burbuja
"Dirán que vas por el camino equivocado, si vas por tu camino".
((... ... ...))
Tengo serias dudas sobre el concepto de fracaso (es que no me termino de creer que exista de esa forma tan rotunda). Y también sobre las opiniones que vertemos unos sobre otros. Creo que me lo tendré que hacer mirar.
Pues yo creo en el error como oportunidad de aprendizaje, con lo cual si me dicen que algo está mal hecho no veo en ello un fracaso...
o cuando convencido de que lo has conseguido, todos los demás te dicen que NO.
¿Fracaso? para nada, analizas que haces mal y comienzas a intentarlo de nuevo. Pero el error esta vez en la basura.
Muxuxxxxx
Dintel, y en los casos como el mio que no hacemos caso a la gente?
Besos
PUes mira, para mí el peor fracaso es el que yo misma observo que he tenido.
No me considero perfeccionista pero me aproximo bastante y como algo se me ponga en la cabeza... uyyyyyy peligro porque iré a por ella casi con total seguridad.
buen finde
No hay fracaso sino palabras mal dichas.. siempre es una oportunidad para aprender o para bajarte los humos de grandeza
pues no se, ¿y un mal comentario va a dejar que sigas intentándolo? depende de lo que quieras, besos
La gran censura real es la que nos ponemos a nosotras mismas. La diferencia es con el color que la pintemos; desde la oportunidad de mejora, de cambio , de ataque desde otro lado o en otro momento ( que implican esperanza y esfuerzo ); o desde el abandono,renuncia, culpa y desánimo. ( que traslucen depresión , inseguridad y miedo).
Y esto se ve clarísimo desde que somos pequeñit@s.
Para mí el fracoso no es que me digan que lo hago ma, sino que yo no pueda realizarlos, tras varios intentos.
Besos
¡Joer, Dintel, has vuelto a darme en el clavo con esta entrada!
Y añado, ¡qué torpes somos cuando dejamos que las opiniones ajenas nos influyan de esa manera!
Yo estoy con Leo. No entiendo muy bien eso del "fracaso". A veces, lo que tenemos es una especie de epifanía que nos hace ponernos delante del espejo y decirnos "pero hijuca mía, ¡despierta!" Se llama enfrentarse a la realidad (un ejemplo: yo quería ser como Alicia Delarrocha y mira, ni a flautista de Hamelín llegué). Entendido de este modo, creo que enfrentarse a la realidad y ser consciente de las propias limitaciones es algo sanísimo.
Y lo mismo con las opiniones ajenas: creo que hay que saber "buscar" y bucear entre las opiniones. ¿O te fías lo mismo de la opinión de una madre que de la opinión de alguien que sabe de lo que habla? Que alguien te diga que haces algo "mal" tiene tantas interpretaciones posibles... ¿y si te lo dice por ignorancia? ¿O por envidia?
Y en tercer lugar, no todo es conseguible. En esta cultura tan inmediata y posibilista, se nos inculca que todos podemos ser de todo; hay por ahí un artículo de Javier Marías que lo explica muy bien. Yo nunca seré una gran bailarina, ni una gran fotógrafa, ni seré una chef con estrellas Michelín. Lo cual, por cierto, no me impide bailar, ni seguir haciendo fotos, ni degustar los platos que cocino ;-)
Por eso no estoy de acuerdo con tu entrada de hoy :-)
Que se me olvidaba: lo que sí me parecería inaceptable es que las opiniones ajenas te impidiesen disfrutar al máximo de tus pequeños intentos cotidianos. Ya sea escribir, cocinar, bailar o tocar la flauta. Al final, lo único que importas eres tú misma y ahí tú eres tu mejor juez.
De pequeños, a la tercera iba la vencida. XD
No creo que las opiniones ajenas sean la medida de mis logros. Pero siempre acepto una buena sugerencia, para mejorar....que es algo más gradual y menos ruidoso. Aprender de los propios errores.
La palabra fracaso...suena a rotundo portazo.
Es cierto cuando niño estas palabras son una invitación para hacer lo contrario y cuando se crece, se transforma en inseguridades.
Saludos.
Andrea.
Ni de coña. El fracaso aparece cuando abandonas porque te crees lo que alguien te ha dicho.
El esfuerzo es la superación, o si no es una putada :P
Hasta el infinito y más allá.
Te dejé trabajo en el blog, pero ya veo que lo viste.
Chaus
hola guapa;
para mí el fracaso es algo puramente introspectivo, fracaso sólo cuando dejo de intentarlo.. aunque también es cierto que a veces conviene parar, observar y escuchar durante el desarrollo del proyecto, pues los medios que se utilizan para obtener el resultado deseado pueden no ser los más idóneos
besos,
Como dijo Gandhi:
Nuestra recompensa se encuentra en el esfuerzo y no en el resultado. Un esfuerzo total es una victoria completa.
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Yo no soy de las que se esfuerzan, por lo que mi recompensa más vale que se encuentre en el resultado.
Bueno, si no hay recompensa tampoco pasa nada.
O si ?
J.
Pues a mí el fracaso en un asunto ha sido la puerta abierta a otro que ha resultado colmarme de felicidad (por el momento y hasta que fracase en ello, momento en el cual buscaré y encontraré otro asunto que me colme de felicidad a su vez).
Cuánta razón llevas...
bueno, a veces nos rendíamos, pero ahora que somos más experimentadas, sabemos que de los fracasos podemos llegar a nuevos logros.
Por mucho que digan. Lo importante es lo que te digas tú.
un saludo!
Que bueno!!!
Me recuerda a la historia del elefante encadenado que ya no intenta escapar porque lo intento de elefantito y no pudo, y ahora crecido que podria romper la cadena, no lo intenta porque guarda el recuerdo de no poder.
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