5/7/10

La realidad

Juana se despertaba cada día al lado de quien creía su amor. Siempre de cara a ella, mientras ella, siempre, dormía de espaldas. Juana de sueño fácil y profundo se dormía cada noche acariciando la barriga de quien creía su amor. Ella quieta y sin enseñar su gesto, esperaba a que Juana se durmiera para retirar su mano y darse la vuelta. Juana nunca había sabido leer las señales de la vida, nunca le había gustado leer.

8 comentarios:

Pena Mexicana dijo...

Supongo que por eso antes se decía ue era más feliz quien más ignorante era :)

Sandra Sánchez dijo...

Un texto que parece muy simple al principio pero que creo que tiene "mucha miga" en todo su contenido.
Me queda la duda de si Juana realmente no sabía leer esas señales o no prefería no "saber" interpretarlas...
;)

Anca Balaj dijo...

Muy buena la frase final, mucho. Te lleva más allá.

María dijo...

Y la otra había leído demasiado, ¿no?

Tantaria dijo...

L@s hay que prefieren vivir completamente engañad@s.

momo dijo...

es cierto ..o no queria aprender a leer...
feliz verano

YoMisma dijo...

Son detalles mínimos, podría ser cualquier otra cosa... es tan triste que esos pequeños detalles si quieran decir exactamente lo que no se atreve a contar con palabras.

Muy bueno.

Saludines,
YoMisma

illeR dijo...

La realidad supera a la ficción pero la ficción suele ser más bonita que la realidad...