18/8/10
One more day
Mi día funciona bien, tengo ganas de vivirlo y cuando despierto ya no es en ella en lo primero que pienso. Transcurre tranquilo el desayuno con mi mente ocupada en organizar mi tiempo. Mientras preparo la ropa pienso con quien comeré. En la ducha, es dónde se desmonta mi mentira; usando el champú que tu dejaste me duele cada gota de agua sobre la piel y lloro, sin lágrimas pues ya no quedan. Me seco con la toalla compadeciéndome, todo con movimientos lentos, a la velocidad de un profundo dolor. Parece que la energía se he ido por el desagüe con el agua. Miro mis ojos en el espejo y cuando me encuentro con mi alma aparece la rabia que la impotencia crea y lanzo la toalla, una vez más. Corro desnuda a abrir las ventanas de par en par. Aire, necesito aire, porque por mucho que ventile, mi casa huele a soledad.
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9 comentarios:
Luego tu casa se llena, todo sucede al revés y esa ducha te devuelve cada lágrima llorada.
qué bien narrado ese momento de paz hasta que te das cuenta...
El desmoronamiento de los propósitos y las expectativas se cuelan por el sumidero...espero que sea sólo literatura..
pues si es literatura está demasiado bien narrada, me ha recordado lo sola que me siento yo. besos
Me gusta entrada, el modo en que está escrita...sentirlo, sentir algo así, ya no es tan grato...
Bss
Me has hecho recordar un momento triste...
yo también espero que sea solo literatura y, si estás pasando por este dolor, mucho ánimo ;)
Querida Dintel, me sabe mal que tu casa tenga ese olor. Yo uso un producto que deja la casa con olor a lavanda, si gustas te puedo dar el nombre, no lo hago por aquí para no hacer publicidad :-)
Besos.
Hermoso post, dificil quitar el olor a soledad de las paredes.... acaba oliendo hasta la piel
¡Qué frágiles somos, cuando nos dejamos!
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