5/8/10

¿Quién debe narrar?

¡Y parecía fácil! Tienes una historia y en la cabeza y la cuentas por escrito. ¿Dónde radica la dificultad? En ninguna parte. Sí, sí. En ninguna parte. Con esos pensamientos me lancé al hermoso mundo de la novela pensando que tendría bastante con un par o tres de meses para poderla concluir. ¡Animalica! Desde fuera no se ve el enorme precipicio que es la elección del narrador. Parecía cosa fácil, pero no es así. En la elección del narrador y el punto de vista radica casi la mayor parte del éxito de que lo contado, funcione. Y heme aquí, como quien hace una quiniela, intentando hacer las combinaciones posibles para saber qué narrador es el que hará que mi historia prospere lo mejor posible. Y mientras pienso y pienso y corrijo y corrijo, me va pasando el tiempo.

Entiendo que el asunto narrador sea importante y en mi fuero interno sabía de antemano que sería con este tema con el que tendría el verdadero problema. Recuerdo hace mucho tiempo, cuando tuve la oportunidad de poder oír unas clases de novela, un profesor estaba hablando de la elección del narrador y yo desde fuera del aula escuchaba muy atenta. Entendí a la perfección los diferentes tipos de narradores y sus utilidades, pero me quedé con la duda, que aún hoy conservo, de cómo saber qué narrador es el apropiado para explicar la historia.

Me he remitido a mi blog buscando qué narrador he utilizado en los diferentes textos que tengo y no puedo llegar a ninguna conclusión. Bueno, sí, a una conclusión sí que he llegado: el asunto narrador no lo debo tener nada claro porque me es imposible entender qué narrador necesito para mi novela.

Hoy si todo va bien me devuelven el ordenador arreglado y por fin, podré perderme entre mi teclado (añoro su tacto), en mi despacho, totalmente concentrada en lo que quiero hacer, cómoda y acompañada por mis musas.

A ver si para mañana ya tengo solucionado el problema del narrador.

10 comentarios:

JESUS y ENCARNA dijo...

Buenos dias, en el fuero externo, puede que con nuestras cosas, encuentres algo que te sirva, lo digo porque al parecer te has asustado y crees que no nos veremos antes de Setiembre, nada de eso, menudas historias tenemos para narrar, pero eso mas adelante, que todavia estamos estresados, o sea que si tienes prisa, desde luego, que no vamos bien.
Besos y abrazos.
Jesus y Encarna

Pena Mexicana dijo...

No sé nada de escribir novelas pero algo sé de autoexigencia y perfeccionismo... son paralizantes.
Suerte y deja de cuestionarte tanto. Sospecho que al ser tu primera intento, puedes (y debes) cometer errores...

besos

Jeanne dijo...

Hola Dintel,

Como bien has visto, pensar que una novela es cosa de 3 meses es una locura....nadie, ni tampoco los grandes, serían capaces de algo así.

Dicho ésto, tranquila.

Te paso un link a una web de la editorial Alba que tiene una colección de libros de ayuda para el escritor. No están nada mal.

http://www.albaeditorial.es/php/sl.php?shop.searchProds&numusr=7455%2F2587&lang=1&m=Eur&tqry=4&ord=3&sen=0&cqry=8&pagout=0

Un saludo y suerte con tu narrador.

(pronto verás que sólo un tipo de narrador puede darte lo que necesitas. El narrador está al servicio de la historia, así que la historia es lo que cuenta).

Jeanne

María dijo...

Léete "Juego de niños" de Carmen... no me acuerdo qué más.

illeR dijo...

Siempre puedes hacer como Orson Scott Card y contarlo desde distintos puntos de vista, una novela por personaje

Candela dijo...

Narrar lo que se dice narrar no es tan difícil. Montar una novela es otra historia. Que sea coherente, que dure muchas páginas, que no se te quede un personaje o una situación olvidada, que tenga un desenlace... grrrrrrrrrr, para mí sería tarea imposible.

leo dijo...

Ayssss, :-S Ánimo, mujer. Punto de vista y narrador: déjalo fluir.

Irreverens dijo...

¡¡¡Ponme a narrar a mí!!!¡jajaja!

:P

Unknown dijo...

Deja fluir, las historias tienen vida por sí mismas...sé que narrarlas es otro mundo; pero es escritura igual, no? y como a ti se te da de diez; pues nada...confiamos en ti.

Santa dijo...

El mejor narrador... el corazón.