Me informan y leo que uno
de los problemas más graves de esta sociedad, en la que me ha tocado vivir, es
que los niveles de lectura están por los suelos. La comprensión lectora, la
velocidad lectora y el gusto por la lectura fallan por todas partes. Leo y me
informan que es por ello que el buque se hunde, a pesar de que aún quedan
voluntarios que bogan con sus propios brazos.
Incluso me intentaban
convencer de que es necesario cambiar la metodología porque, en la actualidad,
salen al mundo muchos “analfabetos funcionales”, es decir, personas que aún sabiendo leer funcionan como
si no supieran porque a todo aquello que lee no le saben dar uso. Pero,
pensando esta noche, a solas con mis silencios, he llegado a la conclusión de
que no puede existir un cambio real de metodología si antes no se han cambiado
de mentalidad.
Yo no entiendo sobre
educación, ¡vamos! si entendiera estaría yo misma más educada, pero me parece
que vivimos en un país de parches y así no llegamos a ningún sitio. Parecemos
esos juguetillos de cuerda que cuando llegan a un obstáculo chocan y cambian de
dirección hasta que se acaba la cuerda y todas esa energía gastada en el
absurdo movimiento de no llegar a ningún lado se convierte en una patética y
aceptada quietud.
Yo no entiendo de educación,
¡vamos! si entendiera pediría el ministerio. Pero sí que entiendo de realidades
tales como “tiene dificultades en el aprendizaje”, “es un TDAH” o “le cuesta
adquirir nuevos conocimientos”. Nooo paaasaaaa naaadaaaa: le preparamos una
adaptación curricular para primaria, en secundaria que vaya al grupo D, además
de la adaptación y luego ya hará un PQPI, en el que no va a poder entrar porque
quintuplican las demandas de plaza a las ofertadas. Busca corriendo un módulo
de grado medio, el que sea, porque no se va a pasar el chaval todo un año
tirado en el sofá de casa acariciando la posibilidad de ser “Técnico Superior
en Nininismo”. Porque trabajo, ¿quién le va a dar trabajo? En cuanto vean que
es un “analfabeto funcional” (inventamos nombres antes que soluciones) nadie lo
va a querer. Por lo que empieza un módulo, motivador donde los haya, de
“Retuerce cables y pimpollos con soldadura armónica de soslayo”. Al cabo de
tres semanas, el chaval decide que Eso
no es lo suyo y ¡sofá para qué te quiero?
Ahora le va muy bien.
Está en tercero de Ninismo, una de las adaptaciones curriculares más buenas de
esta sociedad en la que vivimos.
Yo no entiendo de
educación, si entendiera no hubiera
tenido hijos.
6 comentarios:
lo de la educación en este país no tiene ni nombre, pareciera que cada nueva reforma es para destrozarla un poco más
besos,
Falla la comprensión lectora, fallan los profesores caducas y atrapados en el sistema educativo burocrático, fallan los padres permisivos y consentidores.. fallan tantas cosas que no sé si un día será posible remediarlo..
un saludo
Falla la comprensión lectora, fallan los profesores caducas y atrapados en el sistema educativo burocrático, fallan los padres permisivos y consentidores.. fallan tantas cosas que no sé si un día será posible remediarlo..
un saludo
Es cierto , si supieras de educación......
uno de los problemas más GRABES de esta sociedad, en la que me ha tocado vivir, es que los niveles de lectura están por los suelos????
Anónimo, thanks.
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