Llevas tejiendo tu vida y ahora tienes un retoño que seguirá los pasos que has ido dejando en la tierra, con ese chal de amor con el que cubres a quien te conoce. Se ha llenado de ti la sensación de estar de pronto completa. Esta noche, las estrellas eran la prueba de que irradias esa serena felicidad que sólo las madres pueden poseer, fruto de la ilusión, el cansancio y la sangre de tu sangre.
Sigues hilvanando notas a tu canción. Tu voz se alza en el corazón de una nueva persona, una pequeña con la que tienes la esperanza de hacer más de un dueto. Porque, ¿para qué se tienen hijos? Si no para enseñarles la canción que cantamos.
10 comentarios:
de lo más dulce que te he leído... muy lindo Dintel :)
besos
Por favor, qué cosa tan bonita!!!
Hermosura
Precioso.
Querida Dintel, no me digas que ahora tenemos una Dintelina en estos lares :-P
Precioso!
QUE LINDO....
Es muy bonito lo que has escrito.
Dos para compartir, para sufrir, para querer, para recordarle cada mínimo detalle de lo que tendrá que hacer aún a sus dieciséis años, para sentirte culpable por sus supensos...
saludos.
Siento ser la nota discordante en esta sinfonía de "preciosidades".
Lo que has escrito es realmente inspirador y bello, eso no lo niego, pero será que cada día veo a más madres (y padres, por supuesto) incompetentes a mi alrededor, que me resulta difícil ponerle una verdadera cara a tu escrito...
Más que para enseñarles la canción que cantamos, muchos niños se tienen porque toca, por aburrimiento, para llenar el vacío existencial de sus padres, para hacerles colitas y ponerles lacitos, para atar corto a una pareja algo "dispersa", para reflotar una relación de pareja demasiado inestable...
Ojalá, Dintel, ojalá hubiera más personas con ganas de enseñar canciones a sus hijos.
[Perdón por el ladrillo y el pesimismo, pero es que acabo de pasar un fin de semana estupefacta por este mismo tema...]
Te me estás endulzando...pero que mucho mucho...jajajaja.Me parece un texto bellísimo, de veras.
Creo que si portara dentro de mí un ser de esos que describes, no pararía de canturrearle todo el día. Le hablaría, le contaría mis cosas,en un afán de no querer ocultarle nada...ya habría tiempo de silenciar y de leer mis pensamientos. Los adultos somos así :)
Al menos yo espero enseñarles una versión mucho más perfecta que mi propia canción, sería triste que no cambiara ni una nota, que no pudieran superar mis miedos y mis barreras, que no evolucionaran y me dieran una lección.
Creo que idealizo el tema.
Saludines,
YoMisma
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