22/4/11

Soy como un libro abierto

¿Lo comprendes o no?
Solo con mirar cómo cojo una hoja de papel, o cómo utilizo los cubiertos o, si te fijas, cómo me pongo el abrigo, descubrirás lo que siento en cada momento.

El mecanismo es siempre el mismo: en mi interior no cabe la emoción y aflora por doquier propagando el secreto. Por mucho que tenga los brazos vacíos y la garganta cerrada, esa sensación de estar siempre completa es la culpable de la traición. Los bolsillos del pantalón rezuman el gesto. Solo tienes que observarme, ver qué hacen mis manos, mi cuerpo, con qué brío o lentitud me muevo y sabrás cómo me siento en cada momento.

12 comentarios:

Mármara dijo...

Ya lo diz Albert Mehrabian: el mayor tanto por ciento del acto comunicativo no lo constituyen las palabras, si no los gestos, independientemente de que quien tengamos enfrente, o al lado, carezca de la capacidad de observación.

Candela dijo...

Pues sí, y lo resalta estupendamente Mármara.

María dijo...

Observar es fundamental: da mucha información.

Anca Balaj dijo...

Lo que pasa es que hay que tomarse el tiempo y el interés de observar. Pocos lo hacen, por muchos libros abiertos con los que nos encontremos a diario.

Raquel dijo...

Marvillosa plenitud

farala dijo...

toda tu literatura

Nefer dijo...

Fácil y a la vez complicado, pues quien te observe tiene que hacerlo ávida de conocerte. Besos

marga dijo...

a menos que estés muy entrenada en PNL... =P

Nosu dijo...

ya dicen que es más importante el lenguaje no verbal

Anónimo dijo...

Y mirar con ojos de amor.

illeR dijo...

El problema es que el 90% de la gente no se fija en los detalles...

இலை Bohemia இலை dijo...

Esta entrada me ha gustado mucho...es genial!