Todo el que me conoce sabe cómo me gusta jugar con el lenguaje. Disfruto con las palabras igual que con las golosinas. Me leí el libro del Maestro Mastropiero de una sentada, así como los de Alex Grijelmo y los Dardos. Ahora, ha caído en mis manos…, no, no ha caído, lo fui a buscar y además lo tengo dedicado, un libro con el que he disfrutado mucho estos días.
Como sabéis, mi sillón orejero es el asiento de RENFE, soltaba cada risotada leyéndolo que las personas que viajaban conmigo se reían por contagio. Leía y releía los microrelatos una y otra vez, intentando averiguar su secreto, su perfección y cómo más profundizaba más reía.
Lo que más me ha gustado es que se nota un trabajo concienzudo, cosa que me hace dudar mucho de que yo llegue a escribir así. No porque me asuste el trabajo duro, si no por la falta de tiempo seguido para dedicarme a ello. Trabajar por horitas no llega a ningún buen puerto, pues cada vez pierdes un tiempo inestimable en la concentración y en la inmersión.
El libro se divide en tres partes bien diferenciadas. No sabría con cuál de ellas quedarme. Cuando leía la primera pensé que con la primera; luego me sucedió lo mismo con la segunda; al final, llegué a la conclusión de que era genial todo él.
Me pasó una cosa curiosa cuando lo adquirí, porque lo compré con miedo. Resulta que ya había leído otros libros de la misma autora, incluso algún que otro infantil-juvenil, y tuve la suerte de coincidir, cosa que después de oírla hablar hizo que floreciera en mí una especie de admiración, por su rapidez de pensamiento, por su precisión lingüística, por su sentido del humor, por su inteligencia y por su savoir faire. Una vez hube adquirido el libro me vino una especie de sensación inquietante por si este estaba por debajo de mis expectativas. ¿Y si al leerlo me sentía defraudada? Esa misma noche me quedé hasta altas horas leyendo para matar esa inquietud.
¡¡¡Qué va!!! No me ha decepcionado en nada, es más, ahora creo que he desarrollado una absoluta envidia de cómo escribe, de las ideas que tiene, y de la vida que me imagino que lleva.
¡Leedlo! Es una orden.
8 comentarios:
Me lo pido!!!!
En posición de firmes me tienes, Dintelita mía.
Y aunque tengo una pila nada despreciable de libros esperando ser leídos... te voy a hacer caso y me lo voy a agenciar.
:)
Ya luego te cuento.
Yo también lo anoto en mi lista. Tus recomendaciones siempre son buenas.
¡TAC! ¡A sus órdenes!
La mejor forma de vencer el miedo es enfrentarse a él, aunque por muchas veces que consigamos vencerlo siempre acaba volviendo.
Pues apunto la recomendación como prioritaria.
Una duda Dintel, el libro es de microrrelatos? (me encantaría que así fuera)
;)
Jope, no me da el tiempo para leer todo lo que quiero leer!!!!
Me haré un regalito.
Bs
No os arrepentiréis. Decidme algo.
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