He despertado en brazos del amor. Caliente y deseosa de no
perder la sensación que durante la noche me ha acompañado. El tranquilo roce de
tu piel dormida, musa de mis callados deseos, me ha dirigido el sueño hasta el
momento justo de despertar. Tu aliento acompasado por el dormir me ha traído el
beso, mi más secreto deseo de tus tiernos
labios.
¿Quién es capaz de abandonar si tú aun duermes, amor?
2 comentarios:
Sigue ahí.
No te bajes.
Qué más pudiera yo que seguir ahí eternamente.
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