Mi espíritu fluctúa en el halo del recuerdo y se mece a
trompicones con tus desencuentros. Por eso agarro con fuerza lo que me queda
del cuerpo, te llevaste, salud, juventud, sonrisa y beso; y a pesar de jirones,
lágrimas y acerbos, siempre valió la pena correr por ti ese riesgo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario