5/8/17

La impronta

Lejos me quedan los tiempos en los que rompíamos las noches con gestos y miradas relenteciendo su tiempo pero acelerando su marcha. Ebrias nuestras almohadas acogerán al alba que silenciosa se irá deslizando entre nuestros dedos, tras nuestras almas. Desaparecieron esos juegos tiernos que, caprichosas, jugaron nuestras hadas, mi sabor a menta y el néctar que tú siempre destilabas; y feroces, recorríamos el sendero que nuestros cuerpos marcaban, al ritmo que nos permitía la anchura de tu cama.

Lejos quedan esos tiempos en que metáfora era callada por caricias y suspiros, silencios y miradas.

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