30/7/09

Toma de consciencia

Nunca hubiera imaginado que envejecer era esto. Cuando joven, no entendía porqué la gente se había cuidado tan poco para llegar tan maltrechos a la vejez, con quilos de más, con la dentadura hecha un asco, con ese cansancio que parece perenne. Pensaba: “nunca dejaré de hacer deporte, como la mayoría de personas, que llega hecha un asco a la vejez”. Qué errada estaba. Es la misma vida, que sin darte cuenta y por propio desconocimiento, te erosiona de forma irremediable.

Cada vez más, vivo de forma sedentaria delante de mis libros y mis ordenadores, por lo que casi sin darme cuenta, he ido perdiendo masa muscular y capacidad de movimiento, sobre todo en el cuello. Mi broxismo ha provocado una retirada importante de encías, has reducido hueso, dice mi dentista, y la encía sigue al hueso; es de apretar los dientes día y noche. De noche llevo una placa de descarga, de día, llevo la tensión. Por otro lado, si permanezco más de seis horas estirada en la cama me levanto con dolor de huesos, sobre todo en la columna vertebral. Mi estómago también ha envejecido, antes era capaz de comer cualquier cosa y digerirla, ahora debo ir con cuidado con lo que ingiero, además, sin poder acostarme hasta que he hecho la digestión, cuestión de una hermosa hernia de hiato. De los ojos ni quiero hablar, sólo comentar que me despierto con ellos hinchados y sin poder enfocar bien durante un rato. Y cada día me levanto, como si no hubiera descansado nada, empiezo a calentar motores y no es hasta al cabo de un rato que mis movimientos adquieren la coordinación que siempre tuvieron.

¿Qué pasará cuando sea mayor que ahora?

19 comentarios:

cris dijo...

Que seguirás igual de estupenda pero con unos años más ¿no? Ah, y con más canas ;)

Anónimo dijo...

Pues vete haciendo a la idea, querida, que la cosa no va a mejor. Aunque Cris tenga razón. (cómo se nota que es joven)

Anca Balaj dijo...

Ay... No sé cuantos años tienes pero me ha entrado una angustia...

Sí, el tiempo pasa sin remedio, lo queramos o no. A mi me ha sorprendido especialmente ver de qué manera me afecta este envejecimiento natural. Siempre he dicho que el físico no importa y todas estas cosas, pero es muy fácil decir esto cuando estás despampanante con tu juventud y tus carnes prietas. Ahora, aunque sigo diciendo lo mismo, actuó de forma contraria y me paso muchos tiempo luchando por volver a ser como era. Sólo desde hace unas semanas estoy empezando a verme bien incluso así, con más de cuarenta.
De salud no me quejo. Exceptuando la vista que ha caído en picado (mucho libro, mucho dibujo en miniatura y mucho ordenador, pero en fin, que me quiten lo bailao) por dentro todo va perfecto, aunque es cierto que desde que me hice vegetariana he rejuvenecido una década, primero por dentro y luego por fuera. Es una opción a tener en cuenta.

Lo que me da miedo es que llegue un día en que no pueda hacer las cosas o que me resulten tan dificultosas que ya no me supongan placer; esto en el caso de la lectura, la escritura y el dibujo sería doloroso.

Ay, has despertado al monstruo con el que me peleo hace dos años.

spark dijo...

Supongo que este post ha enternecido a las "mayores" [como yo misma] que te leemos. Al menos da para pensar que tan solas no estamos, en esta lucha personal...

Hay que seguir en movimiento. No detenerse. Supongo. A las canas ya no hay quien las haga retroceder. Ni siquiera parar...

Mari Triqui dijo...

Ufff, cómo me suena lo que has escrito... algo caro el precio que tenemos que pagar por cumplir años...
Venga, ánimo, vamos a cuidarnos y a disfrutar todo lo que podamos...
Un abrazo!

la cocina de frabisa dijo...

Me has provocado una amplia sonrisa, :)

Claro que en principio lo que dices no es gracioso, pero chica, yo me siento identificada con cuanto dices. Ayer fui a mi dentista por mi episodio en Francia y ná de caries, es desgaste de la encía, uffffffff, qué horror le dije.

Ahora, estoy fenomenal, a la fuerza he cogido algo de forma en las vacaciones e intento mantenerla, caminar a diario,etc. pero la primera gota que caiga (y estamos en Galicia) será disculpa suficiente para practicar el sedentarismo más atroz (este invierno pasado fue una buena prueba de ello).

Cada vez me siento más mayor, sobre todo mentalmente, intolerante con la estupidez y antes la aguantaba mejor. Fisicamente, la enfermedad me ha acuchillado ferozmente, aunque he resistido el embiste, pero ya sé que está ahí, al acecho, me obligaron a tomar consciencia.

Mientras tanto, está muy bien haber descubierto tantas actividades que se hacen desde un cómodo sillón. Preparando la vejez o entrando en ella.

Me uno a tu grupo.

un beso

MI HISTORIA... dijo...

Hace un mes tome consciencia de lo mismo, cambien algunas cosas que a mí no me pasan y se añaden otras pero en definitiva el mismo proceso.
Muxuxxxxxxxx

Saltinbanqui dijo...

Ais la yayona Dintel que se acaba de dar cuenta de que no hay vuelta atras.

XD

María dijo...

En media hora me voy a la piscina, que me noto anquilosada. Voy a imprimirme este post para cuando esté perezosa...

Ico dijo...

Pero no olvides una parte fundamental y que vale por todos los achaques del mundo... somos cada vez más sabias, más serenas, más dueñas de nuestro destino...

Pena Mexicana dijo...

pues... tengo 46 y aún no me entra la angustia por la vejez. Para comenzar no tengo idea de si llegaré a vieja (algunos dirían que ya llegué y no me he dado cuenta) y para continuar no sé cómo será mi vida en ese momento... lo que sé es que por ahora me siento muy bien, sin achaques, con más energía que cuando era muy joven y con el criterio formado como para saber en qué vale la pena gastarla. Carpe diem...

Izel dijo...

La erosión del cuerpo la compensa la viveza de la mente... Al menos eso quiero creer...

Candela dijo...

Ay, Dintel.

Dos cosas buenas por pensar en positivo:

1. Con este post nos sentimos acompañadas.

2. Como dicen algunas que han comentado: hemos ganado otras cosas que antes no teníamos.

Viendo los posts de las reuniones veraniegas de blogueras jovencitas, sugieron para el año próximo una de veteranas (de vida), con nuestros dientes, nuestras gafas, nuestras artrosis, nuestras canas o lo que tengamos. ¡A lucirnos!

Tanais dijo...

Ayyys aun estás a tiempo muchacha!!! aunque hay cosas...que no se pueden evitar, nos hacemos mayores :P

Blau dijo...

Dintel, como te entiendo, yo ahora solo quiero ir en moto, que lejos me quedan aquellos paseos interminables a pie, recorriendo la ciudad. Esto haciendome mayor.

Besos

maslama dijo...

la edad es un estado mental.. Leni Riefenstahl practicaba buceo a los 72 años

besos,

Jeanne dijo...

Eso es fruto del verano y del calor, seguro que cuando llegue el frío todos esos síntomas desaparecerán.

No ?

:-)

Masakoy dijo...

Estoy con Cris seguirás siendo estupenda.

Hasta el infinito y más allá

Irreverens dijo...

Pues yo conozco a personas de setenta y pico años que escalan, suben montañas, corren maratones, leen, viajan... y a pesar de las arrugas y el pelo blanco, a mí me parecen súper atractivas.
Sencillamente no hay que perder la chispa y disfrutar.
:)
Y te lo dice otra que lleva años sufriendo bruxismo...