16/5/09

La soledad de los números primos

Un libro, que sin lugar a dudas, leería en un momento u otro. Mi pasión por la matemática es tal que tengo una pequeña colección de obras literarias en las que aparece la matemática en su argumento narrativo.

Recuerdo que, hace mucho tiempo, sentada sobre una roca de un espigón, dejando que el mar al romper sobre ella comparar su salinidad con la de mis lágrimas, comparé mi existencia con un número primo; en concreto el 17, aunque, sin perder mi ironía, esa que me ha caracterizado siempre, me reprendí argumentando que debiera compararme con el número 13, por mi mala suerte. Apenas contaba con 17 años y acababa de sufrir mi primer desengaño amoroso. Después de un verano intenso, en los primeros de septiembre, un chico me dejó por otra, mucho más alta, mucho más guapa y con mucho más buen tipo que yo, alegando que yo era una persona difícil. Fue la primera vez que alguien utilizaba ese calificativo conmigo, que, como premonitorio, me ha acompañado siempre.

Más tarde comprendí que mi vida amorosa nada tenía que ver con los primos, sino que más bien con las primas.

El libro habla de dos personas particulares que se encuentran. Narrado en tercera persona, de una forma fluida e inteligente coge de la mano al lector y lo acompaña a través de esas particularidades haciendo que se plantee la suya propia.

Es curioso, hay veces que los libros tienen su momento para leerse, he leído este en el preciso.

10 comentarios:

Jeanne dijo...

Pues yo lo tengo en la mesilla y me gusta tanto que lo leo con cuenta gotas.

Es como un champagne que adoras y que querrías que durara toda la noche....lo bebes a sorbitos...lo saboreas...piensas lo maravillosamente bien hecho que está....piensas en su proceso de creación....piensas en el autor...un bombazo editorial para una primera novela con tan solo 26 años...

Estoy tan encantada con él que lo he recomendado tanto que Paolo debería invitarme a cenar en Turín y explicarme cómo gestó esta historia...cómo desarrolló sus personajes....cómo ...cómo....

Mari Triqui dijo...

Es cierto eso que dices, además de curioso, cada libro tiene su momento... un beso.

Anónimo dijo...

Pues como se te den las matemáticas como se te dan las letras....
Por cierto he visto esa imagen mental de una adolescente en un espigón y me he visto a mi misma jeje.

Maritoñi dijo...

Esoy completamente de acuerdo. Hay libros que te penetran tanto que te transforman.
Ahora quieren escribir mi biografia... tengo tantas dudas.

Besos con azúcar glasé

maslama dijo...

hola guapa;
por mi parte, procuro obviar mi adolescencia vergonzante :)

curiosa la idea de una pequeña sección de la biblioteca dedicada a la matemática como argumento narrativo.. ¿puedes recomendar algún título más?

besos,

Lena de mar dijo...

deberías haberlo leído en 17, no?
curioso... jugué una temporada a fútbol sala con el dorsal 17, pero siempre había jugado hasta entonces con otro primo suyo, el 11.

ya sabes que a mí también me fascinan los números... la matemática sentimental... aunque voy a cruzar los dedos para que en septiembre me funcione la estadística, y no precisamente la sentimental.

Petonets de una "prima" jeje

Sandra Sánchez dijo...

Suena muy interesante Dintel, me lo apunto.
;)

Irreverens dijo...

A ti te decían que eras difícil, y a mí que era complicada.

Ya ves tú.

Por cierto, mi número primo es el 7.

horabaixa dijo...

Hola Dintel,

Lo de dificil me ha gustado. Mucho.
No será para tanto

Laque dijo...

Llegué a tu blog a través de un amigo común: boticcario y me enganchó tanto que me leí ya casi todo. Te escribo el comentario aquí porque me llamó la atención que hablases de este libro, del cual había oído hablar.
Por cierto, mi número primo es el 11, multiplico y divido mentalmente las matrículas de los coches que son múltiplos de 11.
Sigue así.
Un saludo.