22/10/09

Cumpleaños

La hora y media que tengo para comer en el trabajo la he utilizado, excepcionalmente, para pasear. Sabiendo de antemano que estos días apenas tengo apetito, ya me he preparado una mínima expresión de alimento en un taper, así que, en tres mordiscos, he degustado esa maravillosa comida, entre papeles, dossieres, libros y ordenadores

A menos de un minuto de mi trabajo, hay un pequeño bosquecillo al que le tengo mucho cariño. Lo atravieso cada mañana sobre las siete y media y me ofrece lo mejor de cada estación. Ahora, el Ayuntamiento, que supongo que no sabe cómo tocar las narices, lo ha convertido en un extenso jardín. Cortaron la hierba y el casi inexistente sotobosque, talaron unos cuantos pinos e hicieron senderos por los lugares que casi, a fuerza de atravesarlo tantos años y tantas personas por el mismo sitio, no crecía vegetación. Han puesto unas maderitas para contener el vigoroso césped que está saliendo y han salpicado de bancos, senderos y parterres.

Por este lugar paseaba yo, con el cielo encapotado y con el ambiente más fresco de lo que deseaba. Podía haber cogido la chaqueta, pero, a veces, cuando el alma está mal, nos apetece hacerle daño al cuerpo.

La Mosca Estremecida intuía algo. Normalmente cruza el bosque parándose en las flores o en la hierba a conversar un rato con algún insecto, o saluda a alguna hormiga soldado que hace guardia delante del hormiguero. Disfruta analizando, como si del CSI se tratase, alguna de las múltiples heces caninas que salpican el bosque (ahora jardín). Pero esta vez, debía intuir algo porque volaba a mi lado ocelándome de vez en cuando de reojo, sin decirme nada. En los momentos en que no estoy bien, me pone nerviosísima su actitud, por lo que, tanto ella como yo, sabíamos que iba a haber bronca.

Ralenticé el paso, para concretizar lo que sentía en patadas a las pequeñas piedras que sobresalían de la tierra. La Mosca Estremecida revoloteó alrededor de mi cabeza hasta que se puso delante de mí, frenando mi avance.

–Bueno, ¿vas a decirme qué te pasa? ––me preguntó perfectamente alineada con mi nariz y poniendo sus seis patas en jarras–. Hoy estás insoportable.

–¿Yo? ¿Insoportable? Pero si no he abierto la boca.

–Eso es lo más insoportable de ti –me gritaba mientras se posaba en el respaldo de uno de los bancos de madera y me indicaba señalando con su trompa que me sentara a su lado–. Ese silencio que dice “nadie me comprende”. Ese silencio que lleva implícito el propio compadecimiento.

–Pues como sigas así de impertinente e inoportuna verás como mi silencio se transforma en enfado.

La Mosca Estremecida calla, sé con seguridad, que no se ha dado por vencida, que lo que está haciendo es un cambio de estrategia.

–Bueno, ¿me vas a decir qué te pasa? –me vuelve a preguntar con la voz más maternal que una mosca, ovípara por excelencia, puede poner.

–Eso sí que me cabrea, tu tonillo.

Oigo que la Mosca Estremecida empieza a musitar mientras aprieta los puños. No entiendo lo que dice.

–¿Qué murmuras?

–Un mantra, para no perder la paciencia contigo –me aclara toda pedante–. "The fly flies with the flow"... "The fly flies with the flow"... "The fly flies with the flow"... "the fly flies with the flow"...

Me levanto y continúo mi paseo dejándola con su mantra. Pasear siempre me sienta bien, es como una manera de armonizar con el universo.

–¿Ya no somos amigas? –oigo que me pregunta desde mi hombro.

No la he oído venir y la sorpresa me desmonta.

–Sí.

Tras unos segundos de silencio, prosigo.

–Estoy triste porque llega mi cumpleaños y no tengo amigos para celebrarlo.

En seguida me arrepentí de lo que había dicho. Me sonaba infantil, pero es que era eso lo que me pasaba; sentía un dolor profundo, imposible de explicar, porque era consciente de que estaba recogiendo lo que hasta ahora había sembrado. Era dueña de un extenso campo baldío.

La Mosca Estremecida estaba pensativa, me miraba en silencio y batía las alas con cadencia de perplejidad. Disparó su pregunta a la yugular.

–¿Qué edad tienes?

–¡No me entiendes!

–No es que no pueda entenderte, no. Es que no quiero entenderte.

–Déjame explicarte.

–Venga, va, explica –y, suspirando, realizó un looping con doble tirabuzón y se sentó otra vez en un banco, una pierna sobre otra, cogiéndose la rodillas con las manos y balanceándose de atrás para adelante–, ya puedes empezar.

–Siempre he tenido la ilusión de que me hicieran una fiesta sorpresa. Llevo muchos años organizándolas para gente que conozco, pero luego, a mí no me la organiza nadie. Me gustaría descubrir que le importo a alguien más que a mi pareja, que la pobre, ya me la organizaría, ya, pero sabe que no vendría nadie porque no hay nadie a quien invitar.

–Ajá.

Omití su comentario porque había empezado a vomitar eso que llevaba en mi interior y que nunca había verbalizado. Proseguí.

–Si que he tenido amistades en mi vida, pero por un motivo u otro no he sabido conservarlas. Y ahora me siento mal por ello. Mi cumpleaños, lo único que ha hecho, es sacar a flote este sentimiento que me va carcomiendo diariamente porque no quiero afrontarlo.

La Mosca Estremecida me mira enfadada. Me doy cuenta que hace rato que ha dejado de hacer el bobo balanceándose para prestar toda su atención a lo que estaba diciendo. Antes de replicar, tensa el cuerpo y me señala con una de sus patas.

–Y nunca tendrás más amigos porque no sabes reconocerlos –traga saliva, o lo que sea que trague, y prosigue–. ¿Y yo que soy? ¿Eh? ¿Qué soy si no tu amiga?

–Bueno… claro… no quería ofenderte –balbuceo porque no sé qué decirle, no quiero empeorar las cosas y soy una especialista .

–¿Sabes lo que te pasa? Que no tienes las amistades que tú quieres tener y a la gente que te aprecia y es tu amiga, no la valoras. Y eso es para ofendernos, y mucho. Porque, no te quepa duda, de que me has ofendido.

Dándose la vuelta me dice:

–Me vuelvo al trabajo.

Y ahí me tenéis, yendo detrás de la mosca, en silencio, buscando la palabra exacta para disculparme, mientras ella bate las alas con excesivo ruido para demostrarme, así, hasta qué punto está enfadada.
En mi fuero interno me comentaba: “¿lo ves, de alguna manera u otra, siempre la cago?”

26 comentarios:

இலை Bohemia இலை dijo...

Siempre la cagas? Bueno, moscas y mierda siempre van unidas...

;o)

Me ha gustado esta entrada...

Candela dijo...

Pobre mosca. Te falta ese toque de mano izquierda, cachis.

Pena Mexicana dijo...

y cuándo es? :D

Irreverens dijo...

Eso iba a preguntar yo: ¿cuándo cumples?
:D

Y no me creo que no tengas amigos/as. No, no, no.

Por cierto, a mí no me gustan las fiestas sorpresa. Fíjate tú.
:)

Blau dijo...

Dintel, ya somos dos las enfadadas. Yo, te conozco y conozco por lo menos, déjame pensar... una, dos, tres, buenoooo no se si contarlo, lo contaré también, porque tu me lo presentaste... también están tres más, de las cuales conozco una.

Creo dejaré de ser tu amiga para serlo de la mosca, bueeeeno, no, ya se me olvidaba que tu lo que escribes es literatura.

Un beso

mam dijo...

Me cae bien la mosca!!, es cierto que a veces no valoramos lo que tenemos. Me lo aplico.

Me encantará poder felicitarte, ¿avisarás?

isobel dijo...

si te sirve de consuelo a mi también me pasa lo mismo antes de mi cumple, como esto se pasa, bebamos y brindemos a tu salud, besitos (hoy me acorde de ti, ante una imagen muy tierna en un semáforo)

la cocina de frabisa dijo...

Préstame tu mosca, anda, que con la tarde negra que he tenido, me hubiese venido la mar de bien....

farala dijo...

estoy teniendo un dejá vu

farala dijo...

;)
(se me olvidó, a veces soy espartana)

mojadopapel dijo...

Buuuuufffff!!! complicado tema el de la valoración.

Anónimo dijo...

¡Cuánto tiempo sin venir a verte!

Esta mosca tuya, siempre me ha caido bien, aunque sea ,a veces, un poco puñetera (no se lo digas).

Hoy me he levantado con la inquietud de tener que decirte algo, ¿por qué? no sé, ahi va: Me acuerdo de ti todos los dias por la mañana, sí,. Cuando abro la ventana de mi habitación, para que entre el aire fresquito y la ventile, y la cierro despues al volver a casa de tomar el desayuno.

Sigue así de bien, chica del ordenador mágico.

Tanais dijo...

Me ha encantado el escrito Dintel, desde luego que la mosca te ha dado una buena lección...aun estás a tiempo, no?

Ico dijo...

Los amigos se valoran por la calidad no por la cantidad, no? al menos quiero pensarlo así ya que no tengo muchos.. pero es que tampoco querría.. ¿ y el espacio para mí? No hay tantas horas al día o a la semana, sabes y luego andas echando de menos que no tienes ni tiempo ni espacio para ti..si es que somos muy iguales..
ah feliz cumple escorpion.. ¿ te dije que mi primera novia fue escorpio?

iTxaro dijo...

"... Ese silencio que dice “nadie me comprende”. Ese silencio que lleva implícito el propio compadecimiento."
Mira justo ese silencio tengo hoy

Raquel dijo...

Eso, eso, ¿cuándo cumples?

¿Es la mosca entrometida la protagonista de tu novela? ¿Ya está terminada?

maslama dijo...

hola guapa;
para mí, presidente de honor de misántropos sin fronteras, la amistad es un pacto de no agresión mutua entre dos personas que se conocen, no se gustan, no se disgustan demasiado y han compartido más de un café en su vida :)

besos,

maslama dijo...

por cierto, y sólo por si acaso.. feliz cumpleaños!!

Mafalda dijo...

Bueno yo "por si las moscas"... FELIZ CUMPLEAÑOS!!

without dijo...

Regalale azucar, suele funcionar...

Besos

atis dijo...

Aissssss, hembra tenía que ser. Tú espera que volverá a hablarte, las moscas siempre vuelven ;)

Besos

Anónimo dijo...

Estoy con lo que dice Mafalda... Feliz Cumpleaños, para cuando sea!

^^

Calvin dijo...

Mas que una novela,una obra de teatro es lo que parece.
Una vez más dejo constancia, los post en los que aparece la Mosca Estremecida, son mis favoritos.

farala dijo...

feliz cumple, dintel!! (y yo que te lea)

momo dijo...

Es ....
!muy bueno¡ y yo quiero pedirte que me dejes llevarlo, a veces me gusta dejar en la orilla cosas que merece la pena leer cuantas más personas mejor.
me dejas?Ahora estoy un poco vaga y me regodeo en mi pereza , pero..retomaré y entonces...me dejas?

illeR dijo...

Ummm, todo el mundo pregunta cuando...nadie cuanto...interesante...no se si atraverme a preguntarlo...