2/10/09

Un día de zoo

Suena el móvil.

−Hola Dintel.

−Llamo por si os apetece venir conmigo al zoo, han traído unas suricatas nuevas que me gustaría ver.

−A ver un momento, (hablando para fuera) cariño, ¿quieres que vayamos con Dintel al zoo?

Voz a lo lejos.

−Vale.

−Dice que sí. ¿Te parece que nos veamos en la entrada principal a las once?

−Perfecto, nos vemos ahí.

Llegué puntual, como siempre. Como siempre, la Niñadelscollons y su madre aún no habían llegado. Saqué mi libro y me senté en un poyete a leer mientras esperaba. Cuando levanté la vista del libro habían pasado veinticinco minutos. No se las veía ni a lo lejos. Después de tres cuartos de hora, nerviosa porque no me gusta esperar, cerré el libro y saqué el móvil para llamarlas pero, entonces, las vi despuntar por detrás de los tilos. Respiré profundamente y me armé de paciencia.

−Hola. (A su hija) Saluda a Dintel.

−Hola.

−Perdona el retraso, pero ya sabes cómo son los niños.

−(Mordiéndome la lengua y mirando furibunda a la Niñadelscollons) No pasa nada.

Empezamos la visita por los monos, luego fuimos hacia la fauna asiática, las aves y el delfinarium. Durante todo el trayecto, la Niñadelscollons no paraba de quejarse de que no podía andar, de que estaba cansada, de que le dolían los pies. ¡Normal! Me di cuenta, entonces, que llevaba unas chancletas de piscina. Yo no entendía nada. Ahora, finales septiembre, semana de lluvias, temperaturas bajando, camino del invierno, la Niñitadeloscolloncines llevaba chanclas de piscina. La madre al ver que resoplaba, pues el pensamiento que nos sorprende a veces se vuelve físico, me aclaró.

−Es que no se ha querido poner otro calzado.

Dintel, contrólate.

−A ver, ¿me estás diciendo que una niña de tres años ha decidido qué zapatos ponerse para venir al zoo? Y lo que es peor: ¿habiendo elegido los equivocados se los has dejado poner?

−Es que si no, no quería venir.

−(Intentando no perder la paciencia) Pero, a ver una cosa, ¿quién manda?

La madre se queda en silencio.

−Bueno, luego no quedes extrañada de que a los doce años te venga preñada.

−Dintel, qué bestia eres, si sólo son unas zapatillas.

−Ni eso, en realidad sólo son unos cimientos, a tu modo de ver, estúpidos.

−¿Qué quieres decir?

Dintel, a cámara lenta, cae hacia atrás en plan Arare. Fundido en negro, en muy negro lo tienen.

22 comentarios:

Raquel dijo...

Pues sí, muy negro lo tienen. Tan evidente para unos y en fin... creo que ya he dejado de enfadarme cuando veo algo así.

Spica dijo...

...y es que luego pasa lo que pasa...con la niña y con ellas...uffff...pero sabes de quien es la culpa???...si,si,como siempre...¡de la escuela! y de los maestros que no la enseñan bien...(sonrisa irónica)...

Irreverens dijo...

Negro y crudo, lo tienen.

Yo, a los tres años, no llegaba tarde a ningún sitio. Ya se encargaban mis padres de que así fuera...

Hay que joderse...
;(

Anastàsia dijo...

Con lo fácil que era decir : pues en chanclas , no vamos!!! Pero a veces cuesta , Dintel , cuesta!.
Y ¿quien sabe si la madre de la nena dels collons , no aceptó eso para no hacerte esperar más?
De todos modos entiendo tu exasperación !!!

María dijo...

Me sumo al comentario de MiMundo.

MI HISTORIA... dijo...

Tenías que haber dejado a la niñadeloscollons en la jaula de los monos y a la mamá en la de los gorilas XD
Muxuxxxxxxx

isobel dijo...

jo... que yo quiero ir al zoo, nunca pise uno, pero a mi nadie me lleva, besitos llenos de paciencia

YoMisma dijo...

Puff!

Creo que te has metido en camisa de once balas.

La educacion de los niños es muy tirante, no se le puede decir a los padres porque no lo entienden, y lo toman como ataque personal...

Tendrías que cambiarle el nombre a la niña, la pobre solo intenta encontrar los límites a su comportamiento y no los encuentra.

Paciencia y saluditos.
YoMisma

niña de azucar dijo...

Y si sólo fuera la Niñadelscollons...el problema es que de estos casos, a patadas. Me uno al comentario de MiMundo.

la cocina de frabisa dijo...

Mira, si es que me dan más ganas de zarandear a la madre a ver si espabila que a la niña.

De estos polvos le llegarán los próximos lodos, tiempo al tiempo...

puafffffffffff, me carga la gente impuntual y más aún los niños mal educados.

Don Claudio dijo...

Que noo, que no se va a quedar preñada a los doce años por haber elegido ponerse unas chanclas. Mira, para la próxima ya se pondrá las zapatillas adecuadas. ¿No habla todo el mundo de que tienen que aprender las consecuencias de sus actos? Pues ya está.
Madremía, ahora parece que si las madres no son la señorita Rottenmeier, están criando a Nerón. Y tampoco, oiga, tampoco. Que ahora la gente mira a un niño de dos años empecinado en comer otra piruleta y en vez de ver lo que es, un niño de dos años un poquillo burro (y una madre a su lado más o menos condescendiente, según el día, el ánimo y la energía) ven ya a un veinteañero decrépito pinchándose heroína o robando a su vieja el salario para la droga.
Lo de la impuntualidad no está bien, eso sí que es cierto.

Anastàsia dijo...

Totalmente de acuerdo con Don Claudio y Yo misma. Los niños necesitan límites y no siempre se los sabemos poner , pero de pequeños todos hemos hecho alguna , alguna vez y mira qué majas y apañás hemos salido .
No siempre los niños "salen"como queremos... Yo también tenía que ser la madre perfecta y ...mira, ahí estoy :luchando cada dia , capeando temporales y haciendolo lo mejor que sé...o puedo .

without dijo...

Tenías que haber llevado cacahuetes para los monos y la niña ;)

Besos

Ave dijo...

Una vez mi madre me mandó recoger una caja de juegos que estaba encima de la mesa. Tenía yo tres años y me acuerdo perfectamente. La recogí, pero por el camino se me cayeron tooooodas las fichas y los cartones al suelo porque me pesaba. Mi madre me exigió que la recogiera por segunda vez y yo le dije que "no". Me dijo que o la recogía, o estaba castigada.

Me pasé un día entero castigada en la cama, sencillamente porque mi madre no me preguntó por qué no había querido recoger la caja. De haberlo hecho, le habría explicado que si el juego lo habían utilizado todos los mayores de la casa y a mí se me había caído, tendrían que haberme ayudado ellos a recogerlo.

Todavía lo recuerdo como una de esas cosas de la infancia que no se olvidan. Supongo que sería un día en el que mi madre iría muy acelerada o estaría nerviosa o lo que fuera, pero ni yo era una niña caprichosa, ni mi madre era una mala madre que estuviera criando a un monstruo :-) Lo gracioso es que años después mi madre también se acuerda y me dice "pobre, ¡menuda madrastrona que fui, ¿eh?!" y nos reímos.

Ave dijo...

De todos modos, si hay muchos antecedentes como parece ser el caso con la criatura... :-S eso ya puede ser preocupante y habría que entrar en "modo intervención" :-S

Ico dijo...

Pues sí.. como siempre acertaste.. buena pregunta ¿ quién manda? si con tres años manipula a la madre cómo querrá cuando adolescente controlarla.. ays.. qué poco sentido cómún y que hijos estamos formando con tanto rehuir de la autoridad necesaria..

Tanais dijo...

Bufffff, 3 añitos y ya así...es para preocuparse, más que nada por la madre porque no si no sabe hacerse respetar ahora...apaga y vamonos...

E. dijo...

¿Modo intervención? Jajajajaj, ¿qué es eso, Ave? Miedo me da.
Pobre Pequeña Ave, por cierto. Pero mira, son cosas que pasan y has salido bien maja tú.

marga dijo...

excelente excelente excelente

Sandra Sánchez dijo...

Pues ya que llevaba chanclas de piscina yo la hubiera empujado con los delfines...
;)

Tawaki dijo...

Algo que no escribí en la entrada sobre la educación por no hacerla más larga es que, en mi opinión, los problemas no se orginan en los colegios, sino mucho antes.

Pena Mexicana dijo...

¿ves porqué no tuve hijos? antes de conocerlos ya me debatía entre lo que tu dices y el modelo "ellos solitos medirán las consecuencias de sus actos"...