6/10/09

Cistitis

No hay mejor cosa para acabarse de despertar que intentar acertar el chorrito, el segundo chorrito, para ser exactas, en el botecito aséptico y estéril preparado para recibirlo. “Suelte un pequeño chorro y luego recoja el resto en el bote,”, me había dicho la ginecóloga, “pero que sea la primera orina de la mañana”. Y, la verdad, que dicho así, en la consulta, dicharacheramente hablando, no parecía que tuviera la más mínima dificultad. Me dio un botecito transparente con tapón rojo de rosca. “A juego por si hay sangre”, pensé (demasiado Hause, también pensé).

La primera dificultad con la que me hallé es la de anularla visita para llevar el botecito lleno un par de veces, porque no había manera de recordar que el “primero de la mañana” debía de ser archivado. En realidad, sí que me acordaba de ello, pero cuando iba a pagar en algún sitio, que abría el bolso para sacar el monedero y siempre salía primero el botecillo. Así que, después de que medio barrio se enterara de que debía hacerme un análisis de orina, yo seguía desperdiciando mis primeras micciones matutinas por no recordarlo. Hasta que decidida, por fin, la vez que saqué del bolso, en la panadería, creo recordar, el dichoso botecito lo mantuve en ristre, hasta que llegué a casa; ¡total!, ya era del dominio público en todo l’Eixample que la lesbiana tenía cistitis. Así que, “en llegando” (que es en gerundio), deposité el susodicho encima de la tapa del váter, sabiendo seguro, así, que esta vez no me olvidaría.

Y así fue. Tras subir y bajar la tapa agarrando el bote cuando la vejiga lo mandaba y volviéndolo a dejar en su sitio todas las veces que fue necesario, llegó la primera micción de la mañana.

El despertador sonó a las cinco y cuarto totalmente ajeno a lo que iba a pasar. Lo paré a la primera vibración y como siempre me senté en la cama coordinando a oscuras la búsqueda de las zapatillas con sendos pies a la vez que con la mano derecha buscaba mis gafas sobre la mesilla de noche. Puede que sea una tontería lo que voy a decir, pero es más cierto que el pan (nunca he entendido esta afirmación), el caso es que la oscuridad me parece más enfocada si llevo mis gafas puestas, por lo que aunque no haya luz lo primero que hago en cuanto me despierto es ponérmelas.

A lo que iba; una vez en el cuarto de baño y visto el botecito, le saco el plástico y, sin desenroscar la tapa, practico, in situ, cual es la mejor manera de cogerlo y llenarlo con los menores accidentes posibles. Como aún ando somnolienta, mis movimientos son lentos y mis pensamientos más. Al final llego a la conclusión, después de la práctica de un rosario de posturas de recolección y sentada en la taza del váter, de que la mejor manera es por delante, cogiendo el bote con la mano izquierda y acercándolo lo más posible a la hoy, improvisada, fuente surgente.

A ver, a ello; primero el chorrito desechable. Bien, es fácil. Ya está. Ahora el otro en el bote. El silencio y la expectativa afloran. No pasa nada, pues al haber cortado el chorritín se me refluye el líquido para el riñón y me cuesta arrancar de nuevo. “Venga, Dintel, concentración, qué tú puedes” me dice la Mosca Estremecida sentada en mi cepillo de dientes. “¿Qué haces ahí? Lárgate ahora mismo” “Ssssssssss” “Quieres callarte y largarte”, le grito amenazando con encerrarla en el botecito. Al final consigo que se vaya del cuarto de baño y vuelvo a mi postura original. Venga, concentración y tesón.

Después de sufrir lo indecible, siseándome, abriendo el grifo del bidet, el del lavabo y el de la ducha, consigo reiniciar de nuevo el fluir. Todo marcha. ¿O no? Nuevo problema. Resulta que con mi mano tapo el bote y no veo hasta dónde lo tengo lleno. Es aquí dónde se masca la tragedia (aunque poco apetezca mascar en estas situaciones). En esta postura del potro, o sea, yo misma montada en la taza del váter, intento doblegarme al máximo hacia delante para facilitar la visión, dificultada esta por: descomunal tetamen, promontorio barrigal y frondoso monte de Venus, apto este último para que varara el Arca y sus múltiples parejas.

El caso es que, ni 007 con ninguno de sus artilugios, ni contorsionista alguno hubieran podido acceder visualmente a la zona de llenado. Así que siguiendo las leyes de la física, llegado el líquido, ahora incontinente (valga la redundancia si es que la hubiera), al borde y habiendo formado el menisco convexo, pudo más que la presión atmosférica y empezó a caer por los bordes (aquí valga la redundancia más que nunca), mientras salpicaba unas cálidas y alegres gotillas por doquier.

¡Qué difíciles los malabarismos por no soltar el bote, para no manchar demasiado, para no mojarme y para no derramarlo! Al final, poniendo el pie sobre el bidet, intentando mantener quieta la mano que sujetaba el dichoso recipiente y haciendo uso del equilibrio que tantos años practiqué con el winsurf, logro ponerme de pie y conservar bastante líquido para que sea analizado.

Un punto más a mi favor. La vida no puede conmigo, ni sus legañas, tampoco.

23 comentarios:

Irreverens dijo...

¡Ay, que me descoyunto! ¡jajajajajaja!

Y mira que es jodida la p*** cistitis, eh. Dímelo a mí, que de pequeña parecía pillarla cada invierno.

Espero que te mejores pronto y tus micciones vuelvan a ser... armoniosas, indoloras y apacibles.
XDDD

Blau dijo...

Dintel, espero que te mejores prontito :o)

Besitos

Jeanne dijo...

Vaya forma de madrugar...a las 5:15 ???

Pensaba que a esa hora no había mundo...

J.

Anónimo dijo...

jajajajajaja pssspssspsss a bote cerrado.

leo dijo...

Que te mejores. Yo no me he reído con tu entrada. Nooooooo. Yo no me río de las desgracias ajenas ;-)

LA DESGRACIÁ dijo...

Nunca había pensado q era tan complicado...

xDDD

bss

Spica dijo...

...ajajajajaja...se lo que es esoooo...jajaja...me veía a mi misma cuando lo contabas...jajajaj...buenisimo...un abrazo...

Marcela dijo...

muy bueno, me recordó la odisea de mi hermana mayor cuando quiso saber si estaba embarazada. Como le dijeron que llevara la orina en un bote, sólo se lo ocurrió a ella (era muuuuy joven) orinar en un orinal y luego con una jeringuilla pasarlo a un frasco de colonia limpio, pero con una boca mínima. No veas la cara del tío del laboratorio, se creyó que mi hermana tenía una puntería increíble.

María dijo...

Ja, ja, ja... genial. ¿Y el comentario de Marcela? Ja, ja, ja...

iTxaro dijo...

complicado, complicado.....

un beso y mejórate

mojadopapel dijo...

Dintel me he reido contigo un montón,no de tí, es obvio que "ellos" ,en esto, tambien lo tienen más facil, por lo menos ven donde apuntan, jajaja. Ponte buena.

Anastàsia dijo...

jajajaja! Quin fart de riure...i quanta raó!

Raquel dijo...

Bueno, bueno... pero si es que no hay desperdicio en esta historia. Sonrisa puesta todo el rato.

Tanais dijo...

Ayyys me ha hecho mucha gracia esta entrada, que mejor que recurrir al humor cuando no queda de otra!

Mejorate!

la cocina de frabisa dijo...

Ahora soy yo la que se mea, jajjajajaja, pero de risa.

Chica, es que creo que me hace gracia porque me siento identificada por haber pasado en algún momento situación similar :)

Dinte, mejórate prontito.

un beso

guada dijo...

jajajaa que hasta para contar cualquier minidencia tienes tu gracia
besos y recuperate pronto

Pena Mexicana dijo...

Como soy mexicana y nos dan el humor negro junto con el acta de nacimiento, te deseo que te mejores lo justo como para que te sientas bien y puedas seguir escribiendo y que al mismo tiempo sigas teniendo material para tus relatos médico-paciente, que son muy divertidos ;)

Lucy dijo...

Buff, menudo madrugón, mare meua...
Pensaba que nadie madrugaba más que yo, que me levanto a las 6.15!!!
Los tíos lo tienen más fácil, lo del pipí, digo.
¡A mejorarse!

Unknown dijo...

Ya lo dijo el proverbio chihuahueño: “no hacer lo que en natura no esta establecido”, donde se ha visto que uno debe embocar en un frasquito (de lo más pequeñito) lo que nuestro proceso (palabra que aborrezco) fisiológico produce en una noche, o en un día, o en una hora, o en uno minutos (sobre todo si tenes cistitis). Yo soy hombre, lo cual hace que la tarea no sea tan titánica, sabemos que los hombres podemos hacer en cualquier lugar sin demasiada complicación, solo hace falta sacar nuestra “masculinidad” (siempre mal entendida y caracterizada) y ya esta, el chorro con buena dirección hacen todo el trabajo, pero a las mujeres realmente se les complica, deberías ser contorsionista para llegar a tener éxito en la empresa, pero sin embargo sabemos que siempre uno consigue rebuscársela de alguna manera y conseguir en parte lo que nos habíamos propuesto, en tu caso llenar el “condenado” frasquito.

Me alegro que lo consiguieras, esta bueno que te hagas los análisis, ojala consigas superarla pronto.

Te mando un saludo.

HologramaBlanco

Ico dijo...

No hay quien pueda contigo ¡¡ qué es una sistitis?? na.. una corriente de aire mal enfocada.. de pequeña nos decían que era por orinar al aire libre.. ja.ja

Drowngirl dijo...

jajaja, olé tu! que mal la cistitis se pasa fatal, el zumo de arandanos es buenisimo.
un beso

Mármara dijo...

Jajajajajajajajaja Que me troncho!!!! Ha sido imaginarte, en el proceso completo, incluido ese levantar de la cama que tienes, y mondarme.
Desde luego, Dintelilla, eres la monda, maja.

maslama dijo...

dintel, nunca pensé que acabaríamos hablando de tu chorrito..

besos,