13/12/09

Más que carbón, diamante

Es como la historia del patito feo, pero sin patito, que ya desde hace tiempo es un bello cisne, y utilizo el epíteto para enfatizar, pues la naturaleza la ha acariciado con aquella mano que tiñe de belleza a algunas suertudas, que no mi caso, y, dichas, en vez de dicharacheras por la buena fortuna, son incapaces de asumirlo, pues el triste velo de la autoestima mal llevada, que sí fue mi caso también, impide ver la realidad.

La vida, no es frágil como se pensaba. Aquí, en este lacerado planeta que habitamos, lo más frágil que tenemos es la autoestima, esa semilla con la que nacemos, que si no se riega, se alimenta, se cuida y se mima y se hace crecer, descrece y nos descrece como personas. ¡Tanto conocimiento, tanta sapiencia humana, tanta tecnología y en definitiva, tan-ta-ton-tería!

Y, ahora, a mis cincuenta y cinco años, empiezo a sentarme a contemplar mi derredor y descubro que, en general, a todos nos cuelga la autoestima más de lo que debería. Y mirando mirando, localizo unos ojitos que todo lo observan y que nada parpan, de un bello cisne, negro como el carbón, el carbón de esa autoestima que necesita estabilizar su carbono para poder ser el diamante, ahora en bruto (en este caso debiera decir bruta), que contiene.

Cuando observo estas cosas, pasada yo esas edades, me aparece la ternura (eso que siempre tengo tan alejado de mí) y lo que es más importante, la impotencia. La impotencia de no poder influir en la educación que se imparte. Porque no nos engañemos, si no se nos enseña, nadie nace con el manual de la autoestima bajo el brazo (ah, y lo del pan, aprovecho para desmentirlo también).

Pues nada, que he conocido un carboncito que espero que un día, cuando se mire al espejo sea capaz de descubrir el brillo de ese diamante.

18 comentarios:

Blau dijo...

Dintel, yo no tengo ese problema, tengo la autoestima muy elevada y quizas también sea malo.

Para que un carbón se transforme en diamante, debe estar sometido a condiciones de presión y temperatura muy alta, la vida misma se encargará de su evolución.

Un beso.

frida dijo...

a la autoestima hay que cuidarla mucho, que la vida ya se encarga de someterla a todo tipo de presiones..

Ico dijo...

Todos tenemos un diamante dentro, sólo hay que saber pulirlo, a veces la educación ayuda.. en otras ocasiones sólo el tiempo lo pule..

Candela dijo...

Tres palabras clave: ternura, educación, autoestima. No se sabe hasta qué punto están conectadas las tres, tienes toda la razón, Dintel.

María dijo...

Educar, educamos todas. Para mí ese carboncito es ya un diamante. Eso es lo que tiene que sentir ya, que es única y especial.

SinMedida dijo...

Si el carboncito tuviera manos (que no dedos sólo) como las tuyas cerca... Ay,si las tuviera. "Para ser un buen cantante tienes que desafinar" dice Nacho Vegas. Eres MUY buena cantante ;)

Nosu dijo...

La autoestima se suicida muchas veces a lo largo de la vida.

Ojalá el carboncillo brille pronto como diamante, sólo hay que cambiar la configuración de los átomos y voilá.

Raquel dijo...

Ternura e impotencia, difícil conciliar las dos, entender su punto para poder hacer lo que quieres hacer y que tanta falta nos hace. Ayudar a otros a ver y entender el equilibrio también.
Qué preciosísima la imagen del cisne, carbón y diamante.

Elena Casero dijo...

Yo tengo la autoestima alta ... ahora, a los cincuenta y cinco años, como tú. Pero tengo un carboncito esperando que el diamante que lleva dentro aflore.
Entiendo la mezcla de ternura e impotencia.

Un beso

Tawaki dijo...

La autoestima, como tantas otras cosas, ha de venir en la cantidad justa. Tan malo es que falte como que se desborde.

Lo malo no es que no nos enseen, sino que nos enseñan mal. En nuestras manos está poner remedio.

Un beso.

leo dijo...

Ojala suceda como dices. A ella, a tanta gente. Nos hacen falta para sobrevivir a la rutina los diamantes, cisnes, la belleza: a ver si nos enteramos todos...

Hei Jei dijo...

eso, tú dale de comer a su ego ;)

espero que sea buena estudiante y aprenda bien eso de la auto-estima

:D

Masakoy dijo...

A mi más que colgarme me persigue pero yo corro más ¿O era otra cosa?

Hasta el infinito y mas allá

Nosu dijo...

dónde está el blog de comentarios del blog de itxaro? xD

Irreverens dijo...

Yo siento esa misma ternura e impotencia con mis sobrinos.

AdR dijo...

A mí lo que me gusta es la forma en que narras tus cuentos, los cuentes como los cuentes.

Bss.

Anónimo dijo...

El "manual" lo vas desfrizando a medida que te van puliendo los años.
También a nosotras alguien nos miró con ternura e impotencia alguna vez y aquí estamos, peleando la vida. (¿ O será pelando??)

Anónimo dijo...

descifrando....joderrrr