7/2/10

Un artículo que leí, un pensamiento que crié.

Los niños y las niñas no estudian. Son los profesores los que no paran de estudiar las mil y una maneras existentes para llamar la atención al alumnado y motivarlo.

Cuando Gaudí era pequeño, le regalaron unos libros con fotos de África y de Asia y se volvió loco de ilusión; miraba los libros una y otra vez. Era una época en la que los niños (también los adultos) habían visto muy pocas cosas que no fueran de su propio entorno. En aquella época, un libro de fotos de otros países, era impensable, todo un lujo. Ahora, en que cualquier imagen está al alcance de los niños, es normal que sea mucho más difícil captar su atención y activar su motivación. Una ducha de estímulos es lo que bloquea la necesidad de interesarse y el pobre maestro o profesor disfrazado de titiritero, construye que te construye un power point y otro, que luego pasa a la clase tirando y recogiendo unas pelotitas al aire montado en un monociclo al ritmo de un organillo. Concluye la plebe: es el maestro el que no sabe enseñar. Pobrecillos niños que no estudian porque el lerdo de su maestro no ha sabido tocar la tecla de la motivación.

En defensa de este, salen pedagogos y gobiernos que no hacen más que cambiar las direccionalidades de las didácticas porque por ahí, en el extranjero, se hablan de competencias básicas y por ahí, en el otro extranjero, de las bests practices. Los maestros, cual rebaño viran hacia un lado todos juntos, al son del ladrido pedagógico y luego hacia el otro, al son del aullar del lobo.

Son malos maestros porque los niños no saben estudiar. Eso no entra en ninguna discusión. Es así y punto. Parir niños a los que luego no se les puede dedicar tiempo porque la vida es cada vez más dura y más cara y se debe trabajar, tampoco es discutible. Pues, claro, para un rato que se está en casa, “tatequieto niño que el papa está cansado”, cosa que conduce, por osmosis, a que el maestro sea malo en su profesión.

Si analizamos un poco, así sin todas las luces, llegamos a descubrir que, en general (y me guardo las espaldas) los niños en el cole, quien más y quien menos, cumplen con su obligación. Es de casa que vienen sin los deberes hechos o sin la lección aprendida. Claro, pensarán los padres, la culpa es de la crisis que no nos permite la liquidez necesaria para pagar una institutriz, que nosotros trabajamos y llegamos muy cansados a casa y no estamos para tomarle la lección al niño, oiga. Cenar y tele, que ni polvo nos apetece.

Por eso el gobierno, ducho en soluciones, mientras los maestros se pasean por toda una galaxia pedagógico-constructivista, ha repartido unas octavillas a todas las familias con hijos que rezan:

Mary Poppins que estás en los cielos…

16 comentarios:

M. dijo...

Aha... ¿Y entonces, tal vez, y si las circunstancias lo permiten, lo adecuado para educar a un niño sería que uno de los dos,padre o madre, se dedicara a su-s hijo-s?
El niño tendría menos juegos de la Nintendo pero igual le iría mejor en casi todo.
Como en ese anuncio de un coche: mi padre tiene un super coche, el mío tiene un caballo, el míoun avión... Pues el mío viene a recogerme al cole.

Ave dijo...

No sólo eso, Dintel, no sólo eso. Los niños ya no son niños: son pequeñas maquinitas programadas que tienen que pasarse todo el día "haciendo algo". O sea, básicamente, nomolestando, que viene del verbo "nomolestar" o su variante perruna, "notocarloscojones". A mí me vienen tan cansados después de su madrugón y sus horas de clase correspondientes, que me pregunto cómo es que no se rebelan ante lo evidente: niños de 7 años que no saben lo que es jugar ****de verdad***. Y claro: como no juegan cuando toca (por la tarde, en sus casas, con sus amigos) pues ahora se invierten los papeles y resulta que tienen que jugar en el cole, que para eso está, y ay de ti como no anuncies aquello de "aprende divirtiéndote". Y luego viene el padre de turno a decirte que claro, que su hijo en la otra clase "no aprendía nada, mira la de tonterías que le mandaban hacer de tarea", y te dice cómo tienes que enseñar a su hijo.

Bueno, es que es todo ello desquiciante. Y la primera frase del post es para despellejarse las manos aplaudiendo.

Ave dijo...

Ah que se me olvidaba. Luego están los padres que se creen que por apuntar a sus hijos a clases de inglés con 5 años son mejores padres. Cuando les explicas que no, que el niño se puede apuntar con 9 o 10 y aprender en tres meses lo mismo que habría aprendido en 4 años, que no hace falta que tiren el dinero, y que sobre todo lo importante es que el niño vaya integrando el iglés en sus juegos y que hagan el favor de ponerles los dibujos en la lengua de Chéspir, algunos alucinan en colores. ¿Cómo, que no quiere usted soplarme 80 euros al mes por enseñar a mi hijo? No, no quiero. Su hijo no lo necesita. Su hijo necesita tiempo libre, necesita jugar, necesita descubrir cosas por sí mismo.

Tantaria dijo...

La culpa de todo la tiene el gobierno. Está claro :-P.
La gente tiene hijos pero carece del tiempo para pasar tiempo con ellos. La morfología de las ciudades impiden que puedan salir a la calle con seguridad como antaño, los abuelos son cada vez mayores cuando los hay, los edificios son construcciones verticales sin zonas verdes para correr, la sociedad les inculca desde pequeños la PSP, la nintendo, la Wii y todo lo que sea no moverse de casa, a los niños no se les puede tocar un pelo porque si no los padres van a la cárcel, los profesores acojonados por culpa de estos pequeños príncipes...
En fin, que no sé qué solución hay aparte de volver el tiempo atrás.

Ave dijo...

Bueno Tantaria, a mí me parece muy bien que a los niños no se les pueda tocar un pelo. Vamos, que en el encuentro entre un adulto y un niño, lo lamentable es que quien se supone que tiene más capacidad de raciocinio y demás (el adulto) tenga que recurrir al bofetón y a la violencia para imponerse sobr eel pequeño, simplemente porque es "el más fuerte". Pues vaya forma de educar.

M. dijo...

A un niño educado con normalidad (lo que yo entiendo por normalidad) nunca hará nada tan grave como para tener que darle una bofetada (tener que darle es que ya suena arggg) porque sabe perfectamente cuales son los límites que no puede pasar y no necesita ningún tipo de imposición, no puedes noeducarle y luego pretender que a los 8 o 9 años sea un angelito, y entonces vas y le das una hostia y entonces yaestá elcirculo vicioso hecho.

maslama dijo...

hola;
me parece que esta generación se siente demasiado especial (obra y milagro de las nuevas tecnologías??) siempre ha habido buenos y malos estudiantes, así como buenos y malos profesores.

y si ahora hay mucha más información, puede ser magnífico para quien sepa aprovecharla, y lo de siempre para quien dormita delante del maestro-libros-TV-ordenador.. y cualquier cosa que les pongan delante..

besos,

illeR dijo...

Tenemos un serio problema educativo en España, no se cual es la solución pero sin duda, hay que hacer algo.

Juli Gan dijo...

Hay much@s progenitores que quieren vivir por sus hijos. Los apuntan a clases extraescolares de inglés, música, danza, natación....Programan a sus hijos para que sean un éxito -y encima, no es garantía- y se olvidan de que son niños. Hasta los de mi generación teníamos tele, radio, discos -de vinilo-, y los primeros vídeos -beta- y ordenadores spectrum para matar marcianitos. Teníamos cosas, pero aún eran capaces de motivarnos. Quizá es porque no nos querían hacer crecer tan rápidamente como ahora.

José Núñez de Cela dijo...

No sé donde está el problema,... pero hay-lo.
Se puede echar la culpa
* al gobierno de turno ¿cuantos planes educativos han cambiado ya , y ninguno vale?
* A las nuevas tecnologías. Desde mi punto de vista no son malas, pero hay que usarlas de forma adecuada y hay que enseñarles a hacerlo (el problema viene cuando las generaciones anteriores no han crecido con ellas)... antes lo resumíamos con la TV, pero el razonamiento es básicamente el mismo)
* A los profesores (Lo que faltaba!, toda tu vida dedicándoe a enseñar a los demás y ahora resulta que no sabes!)
* A la sociedad (vaya culpable más manido e inexistente)
Y por último,
* a los padres. Creo que aunque no se pueda decir que son culpables, de hecho son los mauores responsables de la educación de los hijos, lo que pasa es que no paramos de ponerles sustitutos y al final se dedican(amos) a otras cosas antes que a centrarse en la eucación de los hijos y cuando digo educación, no me refiero únicamente al aspecto escolar.
En fin... "Entre todos la mataron y ella sola se murió", o como se diga, pero sea como sea, la intervención de la familia ha de ser prioritaria y sin excusas.

Un saludo

María dijo...

Después de leer el post y los comentarios... no tengo más que decir: ¡cuánta verdad!

YoMisma dijo...

Es mucho más fácil echarle la culpa a una entidad mayor, nos hace menos responsables y más perfectos.

Pienso que los profesores ya tienen bastante con lo que tienen y encima tienen que lidiar con padres superprotectores que esperan que los niños salgan "enseñaos" de las aulas.

Saludines! Oh Ave Dintel!
YoMisma

Raquel dijo...

Como siempre, vuelves a dar en el clavo. Y es una pena que eso eso siga pasando. Creo que he perdido las esperanzas de que eso cambie. ¿Así nos va?

Tanais dijo...

Dintel tu post es de lo más acertado, al igual que los de tus comentaristas, la culpa la tiene siempre el profesor, manda cojones...

Irreverens dijo...

Aprender lo que no se sabe ya debería ser de por sí motivación suficiente, ¿no crees?

Anca Balaj dijo...

Pobrecitos los niños y niñas de ahora. Y los que están dejando de serlo para convertirse en adolescentes o jóvenes. Pobrecitos, yo no hago más que pensar en esto, porque les están pintando un mundo que nada tiene que ver con lo que se van encontrar después. Y se lo están pintando así en casa.