Cómo me he reído. Pero no en forma física, si no mental. Me sonreía la mente imaginando la situación.
Poco tengo que decir de esta escritora. Voy leyendo, poco a poco, todos sus libros. Este, que me recuerda algo a la Cantante Calva, y se lee con la misma celeridad que esta, lo he disfrutado. Es totalmente visual y absurdo y no hay cosa que me guste más que me cuenten una historia absurda desde la más absoluta de las normalidades.
Quiero copiar aquí abajo un trozo que considero que coincide con uno de mis sueños. Lo digo por si alguien prefiere no leerlo pues piensa hacerlo directamente del libro. El interés de copiarlo es para poderlo leer cada vez que me apetezca sin tener que recurrir al libro.
"Me condujo hasta el sótano, formado por varias habitaciones espaciosas y repletas de cajas de contenido misterioso. Flotaba en el ambiente ese olor que tanto me gusta, compuesto por una mezcla de delicados mohos, polvo antiguo, oscuridad y secreto: un olor a bodega. Se me saltaban las lágrimas.
−No es lo que nos interesa −dijo Sigrid−, pero aquí tenemos la cámara frigorífica.
Había increíbles provisiones de jamón, quesos, legumbres, cremas, salsas: comida para alimentarse durante meses.
(…)
Abrió una puerta. Vi una piscina de unos treinta centímetros de profundidad, ancha, llena de agua atestada de cubitos de hielo, de la que extendiéndose hasta el infinito, sobresalían los golletes de botellas de champán. Parecía una inundación en la era glacial que hubiera invadido la tumba de ese emperador chino que se había hecho enterrar junto a miles de estatuas guerreras con la efigie de su ejército.
−Incleíble −murmuré.
−En cualquier momento del día o de la noche hay champán a temperatura ideal.
−¿Cuántas botellas hay aquí?
−No tengo ni idea. Una máquina se encarga de mantener la corriente y de regenerar el agua de los cubitos de hielo. Las botellas no deben estar demasiado juntas para que lo9s cubitos puedan circular.
(…)
−Cuando pulsas el botón correspondiente al champán deseado, las botellas se iluminan. Roeder 1982, por ejemplo.
Pulsó la tecla correspondiente. Aparecieron varias botellas , aureoladas de una luz verde jade.
−Si pulsas todas a la ves…
La piscina se volvió todavía más mágica, dejando entrever una anaranjada superpoblación de Veuve-Clicquot, el azulado y pálido estallido de Dom-Pérignon, los violáceos islotes del Krug.
−Un sistema de ventosas mantienen cada botella en pie, a distancia unas de otras. La piscina es larga y estrecha, un pasillo la rodea para facilitar el acceso a cada caldo. ¿Cuál desea tomar?"
6 comentarios:
Vaya... absolutamente descriptivo. ¿No tendrás una piscina de ésas en tu casa?
la autora tuvo mucha imaginacion con una piscina asi jjj
Me guata mucho Amelie Nothomb, me he leído varios libros suyos así que éste caerá también jeje...
;)
Imaginación y talento para así contarlo. Muy diferente, ¿no?
Ays, Dintel, no doy abastooooooooooo. Me pones los dientes no sabes cuán largos.
:-))
No tengo tiempo de leer novelas ,Dintel, por eso prefiero leer poémas, puedo hacerlo diariamente sin ocupar tanto tiempo, pero apunta bien todo lo que lees.
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