Ha sido todo un descubrimiento. Pasé por la Casa del Libro a buscar un libro que no encuentro en ninguna librería y en esta tampoco lo tenían. Me quedé un rato viendo las mesas que recomiendan las mejores lecturas para el verano y mis ojitos miopes repararon en un ejemplar de una editorial desconocida. Cogí el libro, me acerqué a una de las simpáticas señoritas que la tienda pone a disposición del público para ayudarte a elegir o buscarte algún libro en concreto y le pregunté: ¿Has leído este?
No, no lo había leído, pero la escritora, según ella, es buenísima. No dudé y me lo quedé. “Recomiéndame uno que te hayas leído”. Como ya os podéis imaginar salí con tres libros bajo el brazo.
Me ha encantado. Después de leer Wicked por necesidad, necesitaba (redundo) leer algo por pasión. Y este me ha apasionado. Así quiero escribir yo. Además de lo que he disfrutado con él, he descubierto una cosa muy importante del narrador de mi novela: este es el que quiero y el que necesito. Leyéndolo he entendido a la perfección la distancia de la voz narrativa y el personaje. En fin, que he tardado, pero ya me he aclarado en algo.
Por cierto, el libro es una pasada. Debiera ser lectura obligatoria. Cómo he disfrutado. ¡Leedlo! (es casi una orden).
3 comentarios:
Joder...
Jooo, me dan ganas de dejar el libro que me estoy leyendo (no me esta entusiasmando demasiado) y cambiarlo hoy mismo por este!!
Hmmmm de esta autora solamente he leído La edad de la inocencia, que por cierto disfruté muchísimo, pero me lo apunto para mi próxima salida a las librerías...
¿Ya conseguiste el libro que te dije?
Besos
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