2/8/25

Datos

No sé si es cierto, no lo he cotejado con nada ni nadie, pero una vez leí que “los esturiones pueden vivir más de un siglo. Pertenecen a la época de los dinosaurios. Se empiezan a reproducir entre 15 y 33 años y actualmente están en peligro de extinción”.

Sí, sí, he hecho la consulta y la IA me ha contestado que algunos individuos pueden llegar a los 150 años.

¿Y a qué viene esto? Ni idea, me ha venido el dato a la cabeza. Es bien cierto que cuando algo te llama la atención se te queda gravado en la memoria. 

Un anochecer, en una terraza de casa de una amiga, mientras el cielo iba perdiendo la luz solar y mis pupilas daban la señal al cerebro de ir segregando la melatonina para poder conciliar bien el sueño, hablábamos sobre los diferentes pisos en los que habíamos vivido a lo largo de nuestra vida. De casi todos tenía una idea concreta de cómo era su distribución. Menos de uno, que me faltaba situar el lavabo.

Llevo analizando y buscando en los cajoncitos de mi memoria dónde puedo tener almacenada la ubicación del lavabo. Un espacio que sin lugar a dudas debía haber utilizado diariamente durante todo el tiempo que estuve viviendo en aquella casa, que fue más de cuatro años.

Imposible recordar. Aunque no sé si por estar pensando en una habitación donde nos duchamos, nos aseamos y nos lavamos, todo con agua, lo he relacionado con los esturiones. Porque pensando en donde ubicar ese lavabo en mi plano mental, de repente, me ha aparecido el asunto esturión. Lo mismo fue una época en la que probé el caviar, no me gustó y fui al lavabo a escupirlo. O lo mismo, tengo un desorden en el archivo de mis recuerdos. 

En fin, seguiré investigando.