6/8/09

Mal de amores

Golpeaba la cabeza contra la pared, intentando despertar la semiótica de su amor, aquella que no le condujo por las acciones propias del triunfo. Un golpe, otro, otro, marcando de sangre el blanco estucado de su habitación, con las manos apoyadas en la pared. De nuevo otro, y otro más fuerte, riachuelos de sangre se mezclaban con sus lágrimas y una mezcla licuada disminuida en densidad, se aceleraba hasta el cuello. A pesar del dolor, la sangre de su frente bombeaba una pregunta al surgir: ¿por qué no sabía amar?

Lejos de la dramática escena que imaginaba entre lágrima y lágrima, tumbada en la cama boca arriba, mirando la desnuda bombilla que colgaba del centro de su habitación, se hallaba su realidad. ¡Qué pena se daba cada vez que fracasaba su relación! Su vida se había convertido en un ir y venir de la euforia a la decepción y disfrutaba con todo el proceso. Era la manera de sentirse viva, porque la estabilidad le iba corroyendo por dentro. Tanta felicidad le amargaba, no le dejaba ser ella y tenía que destruirla a toda costa.

Agarró la almohada con fuerza desgarrando el llanto y llevándolo a la desesperación, mientras que con el pie pateaba enrabiada contra el colchón, pensando, “no hay derecho”, “no-hay-de-re-cho”, “¿por qué no puedo ser feliz?”¡Qué bien se sentía compadeciéndose de sí misma y qué feliz, siendo una desdichada!

15 comentarios:

Irreverens dijo...

¡Plas, plas, plas!

Confieso haber actuado así en el pasado. Lo has descrito soberbiamente bien.

Petons

JESUS y ENCARNA dijo...

Buenos dias Dintel, hoy empezamos las vacaciones, aunque un tanto ajetreadas se nos pesentan.
Creo que este relato nos biene a indicar una forma de entender la vida de los deseos, con la madurez, nos damos cuenta de que el egoismo no lleva a ninguna parte, los demas tambien existen y nercesitan ser amados y por ende ser olvidados, a no ser que se decida compartir las experiencias por largo e indefinido tiempo.
De todas maneras el personaje es excentrico, yo no me hubiese dado, calabonazos contra la pared....Quizas es que es, un tanto masoquista....
Besos y Abrazos.
Jesus y Encarna

Masakoy dijo...

Si te digo la verdad cuando me pasa eso voy al servicio, orino y me digo "Jué que agusto me he quedado"

Oye, con la vejiga vacía estás de un feliz.... hay que probarlo.

hasta el infinito y más allá

AdR dijo...

Algo la bloquea, sin duda.

A mí me bloquearon a la fuerza hace tiempo, y me tuve que conformar con eso que dices: compadecerme un poquito (no en exceso) de mí mismo y dedicarme a mí (qué rollo ¿no? :D)

Besitos

Anca Balaj dijo...

Siempre me fascina esa felicidad de la desdicha, aunque la veo a cada paso. En fin, cada quien con su historia, si es lo que la hace feliz...

Anónimo dijo...

"No hay derecho" porque casi todo lo preferimos torcido...

baldufa c'est moi dijo...

Compadeciéndose no se avanza. Llega un momento que hay que reaccionar. Somos lo que queremos ser. Los demás son solo espectadores de nuestras decisiones y no responsables de nuestros actos.

Hei Jei dijo...

autocompasión y autocomplaciencia... hay mucha gente a la que le vale eso

:)

Candela dijo...

Algunos rasgos de ese personaje los reconozco en mí hace bastantes años, con lo que -equivocadamente o no- lo asocio a un exceso de inmadurez más que a un tipo de personalidad. Pasa que a veces la personalidad jamás madura y se queda en ese permanente sufrimiento placentero.

Blau dijo...

Dintel, espero que sea literatura pura y dura.

Besos

Saltinbanqui dijo...

Aunque nos parezca extraño hay gente que no sabe que la felicidad es algo mas que compadecerse.

Ico dijo...

En el fondo no es más que otra adicción a las emociones fuertes.. de ahí el rechazo a la estabilidad y tranquilidad.. en alguna época ( juvenil) tod@s hemos sido así.

cris dijo...

Creo que en un momento dado lo hacemos todos, lo que pasa es que, yo al menos, en cuanto me doy cuenta me corto ese rollo de raíz. Me gusta sentirme tranquila y felíz ;)

MI HISTORIA... dijo...

Interesante, sí, muy interesante. Espero la continuación, porqué la hay no?
Muxuxxxxxxx

mojadopapel dijo...

Me quedo con lo que ha dicho Baldufa,y lo que ha dicho Saltimbanqui, pero tenemos tantos miedos!.....como mostrarse tan abiertamente!...imposible, tenemos tanto terror a que nos hagan daño, que preferimos hacernoslo nosotros mismos.