Siempre he querido medirlo todo, controlarlo. La vida como
tiene que ser, pensaba. El calor de una mirada, el recuerdo desde el alma, un
corazón bien plantado, nada del revés. Dar paso a la lágrima, en contadas
ocasiones; la sinceridad, desde mi rasero. Todo bien etiquetado, hasta el amor.
Y cuando ya descuento mis años, descubro que la vida no es
esto, apenas regalo mi gesto y no busco ningún placer. Pero si tú me dijeras
que me amas y viera tus azules mirar, humedecidos, mi infinito, te ofrecería mi
mundo inaudito inmesurable, incontrolable como el amor que entre tú y yo debe
ser.
2 comentarios:
Ainss...de q poco nos sirve intentar encasillarlo todo...etiquetarlo...yo era como usted..hasta q por fin una se da cuenta de q cuanto mas procuras controlar tu vida...mas se desamantela
Al final demos paso a lo incontrolable...
Ya veremos q tal miran esos ojos azules....
Noor, esos ojos azules, empiezan a querer mirarme solo a mí. :)
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