23/1/08

La palabra

Mi mundo ensancha sus límites cuando te busco, palabra, para componer mi texto, porque tú eres sentimiento y sentimiento es vida. Desmadejo el entramado de imágenes que la poética diaria del sobrevivir ha guardado en el saco de la memoria; busco ideas, sensaciones y recuerdos y los enlazo para descubrir que te puedes vestir y desvestir de significados. Conduces a la lírica de la intuición y del misterio y eres desveladora de verdades. Me seduces. Me arrebatas. Vibro en cada uno de tus fonemas. Me gusta acompasar mi respiración a la tuya y contemplar, desde el mismo latido, la vida. Quiero creer, y vivo en esa creencia, que nuestras almas son gemelas y las une un fino hilo de metal noble.

Tú calmas mis angustias y aplacas mis miedos y me muestras la belleza intrínseca que yo sola, en mí, no encuentro. Dimensionas lo real y lo irreal lo haces cuento. Me gusta agarrarme a tu lexema y perderme junto a ti entre los lapsos del tiempo.

Despójate conmigo del polvo cotidiano y condúceme a la cumbre del sentimiento humano.

2 comentarios:

Marcela dijo...

No sé si a ti te pasa, pero a veces, escribo palabras que leidas días después me sorprenden, es como si tuvieran vida propia y me parece increíble que las haya escrito yo.

Blau dijo...

sin palabras!