9/1/08

Primera cita

Fue la sombra del deseo lo que se reflejaba en tu café aquella tarde de verano en la que deseábamos que fuera invierno y ya anocheciera. El humo de la cafetería se convirtió en una aliada niebla que nos obligó a acercarnos para vernos. Compusimos un compás de miradas al ritmo de un supuesto anhelo, yo miraba tus gestos y tú estudiabas los míos. Removías despacio el azúcar dentro del café mientras contemplabas la pátina que dejaba el vino en mi copa después de un sorbo. El ruido del local instaba a la cercanía de nuestros cuerpos; te cambiaste de lugar para poder oír mejor mis silencios. En el mármol de la mesa, sublimaron nuestros alientos en un virtual beso. Tú rodilla y la mía electrificaron el momento rozándonos en nuestro primer encuentro.

8 comentarios:

Blau dijo...

...te invito a jugar, manda tu foto :o)

Anónimo dijo...

Impregnas también a quien te lee, como ahora a mi, de tu esencia descriptiva bien trazada de luces y sombras, por donde fluyen grácilmente tus palabras.
Bss y sonrisas!!

Mármara dijo...

La que ha suspirado leyéndote he sido yo, Dintel, y no sabes cómo.

Morgana dijo...

...y yo también he suspirado, lo juro.

Un saludo

Desesperada dijo...

electrizante, dintel! cuando te exilies con nosotros no olvides traer tanta magia...

Kichiaya dijo...

Alaaaaaaaa, ¿allí retozando en la cafetería? Ibais un poquitín salidas ein....

Marcela dijo...

Ayyyy, qué guapo.

LeCaprice dijo...

Y esa fue la primera vez?...que sensaciones...Nervios electrificantes...un besito