7/8/08

Trámite burocrático

No quiero demorar más el trámite. A pesar de la pereza que dan todos los asuntos burocráticos, esta mañana temprano, con el impreso en la mano, debidamente cumplimentado, me he dirigido al distrito que me toca. En el registro he dado el impreso y me han sellado la copia. Me han indicado que bajara al sótano. No he utilizado el ascensor para hacerlo, no me gusta usarlo en los sitios públicos. Una vez abajo, a lo largo de todo el pasillo, me he puesto al final de una cola, esmeradamente ordenada. Una persona detrás de la otra, en silencio, con la moneda en la mano esperando turno para asomarse al Pozo de los Deseos. Yo también tengo preparada mi moneda y estoy concentrada en mi deseo, no quiero despistarme y pedir lo que oí al vecino, que, más que un deseo real, parece pura envidia. Antes de acceder al pozo, tienes que pasar por un último trámite: unos agentes se encargan de averiguar si entiendes bien la diferencia entre querer y desear. Es la parte más difícil del proceso, pero todo el mundo está de acuerdo en que se debe pasar. Nadie quiere ensuciar el Pozo de los Deseos con la realidad.

47 comentarios:

Raquel dijo...

Importantísima esa diferencia y precioso ese querer mantener limpio el Pozo de los Deseos.
Un besote mi querida Dintel

Hei Jei dijo...

qué bueno!!!! me ha encantado!!
genial la última frase y poco más que decir, tampoco es cuestión de llenar tu casa de babas de admiración ;)

Lucía dijo...

¿Se habrá ido ya a desayunar el funcionario de turno? Es que no saben las ganas que me han entrado de lanzar mi propia moneda... ;)

Carlos LABARTA dijo...

Siempre tratando de sortear Esfinges indemnes... y más en la Administración Pública!
Clarificador, gracias!

Sandra Sánchez dijo...

Yo eso lo hago todas las semanas...pa echar la bonoloto jaja...

Chuspi dijo...

Y ensuciarlo sería un sacrilegio amiga! y tanto!
Qué sería de nosotros sin poder desear, anhelar??
Muy buena metáfora!
BESIS!

Mari Triqui dijo...

Lindísimo!
Desde ayer que leí a Mármara y ahora leyéndote a ti... no hago más que pensar en qué es lo que deseo... sigo pensando...
Besos

Anónimo dijo...

Uf, no lo había pensado así, pero realmente... difícil distinguir bien...

Me ha gustado mucho la metáfora :)

Anónimo dijo...

Bueno, ya sabes lo que dicen.. el que algo quiere, algo le cuesta.

Y sera verdad!

Anónimo dijo...

no sé qué es concretamente, pero desde luego lo cuentas bonito

un beso

dijo...

Gran diferencia, aveces tan chiquita.
Dintel, mil disculpas por no haber pasado...
ya estoy de vuelta.
besos

JORGE SOLANA AGUIRRE dijo...

En el pozo se capturan los ideales del yo.

Pilar Cita dijo...

Oye, dame la vez que me pongo a la cola!!!

Jeanne dijo...

Vaya, que intriga....qué será será...

:-)

*mUssA* dijo...

Yo creo que querer, se pueden querer muchas cosas. Desear, es querer algo de manera muy intensa, algo normalmente inmaterial, alguna cosa que llene nuestro interior.

De cu�nto era la moneda? Seguro que los que all� arrojan un c�ntimo, s�lo quieren, y los que arrojan una moneda de dos euros, son los que realmente desean.

Marigel dijo...

Yo creo que el funcionario me echaría para atrás.
Muchas veces he confundido lo que quiero con lo que deseo.
Y sigo confundiéndome.
Por eso ahora deseo poco.
Me conformo con querer cosas pequeñas.
Puede que entre ellas se esconda la satisfacción de mi deso desconocido.

Mármara dijo...

O sea, que si no tienes clara la diferencia entre querer y desear ni compres el impreso, ¿no? Menos mal que me lo has advertido, por si alguna vez voy y me decido, yo también ha hacer el trámite.

Anónimo dijo...

Que facil sería todo si pudiesemos distinguir entre querer y desear sin necesidad de pasar ese último trámite.

Brie dijo...

Jo, nos lo contarás? intriga, intriga, dolor de barriga :D

Dori dijo...

Yo quiero y deseo ser YO.
Y vos?

Me ha inspirado su post, qué le vamos a hacer... :-)

AdR dijo...

Estos cuentos... dime la verdad: no te los sacas de la manga así como así, los elaboras ¿verdad?

Deseo pensar que es así, no quiero pensarlo.

Besos

dintel dijo...

Raquel, en las diferencias está el secreto, siempre. ;)

dintel dijo...

Jei, gracias. Aquí, a la derecha, junto a la mesa de mármol encontrarás el botecito para dejar las babas, si gustas. ;)

dintel dijo...

Lucía, este funcionario no desayuna, es así de atípico el lugar.

dintel dijo...

Carlos, siempre. Un adverbio de tiempo demasiado perenne.

dintel dijo...

Pulgacroft, y qué resultado tienes????

dintel dijo...

Chuspi, eso, qué sería de nosotras???

dintel dijo...

Glora, acabo de ir a leer a mármara, lo tenía pendiente.

dintel dijo...

pikandaas, gracias.

dintel dijo...

Farera, eso dicen; me lo creeré. ;)

dintel dijo...

Amor y libertad, gracias.

dintel dijo...

Enredada, bienvenida de nuevo. (Nada que disculpar).

dintel dijo...

Jorge Solana, hay guardianes para que no ocurra eso.

dintel dijo...

Sensai, tuya es.

dintel dijo...

Jeanne, eso es otra historia... ;)

dintel dijo...

Mussa, la mía era de chocolate. ;)

dintel dijo...

Marigel, no te creas, si no lo intentas, no lo sabes.

dintel dijo...

Mármara, supongo que una vez te aclares con tus piedras... querrás hacerlo. ;)

dintel dijo...

Glauca, ¿y para qué queremos las cosas fáciles? Mira como siempre nos complicamos la vida.

dintel dijo...

Brie, si lo cuento incumplo con la normativa 352 y no se cumpliría.

dintel dijo...

Dori, no está mal tu deseo.

dintel dijo...

Adr, sí, me salen así, aunque no creo que se puedan calificar de cuentos. Este se me ocurrió leyendo a Harry Potter, cuando habla del Ministerio. No tiene mucho más secreto que ese, ni magia.

Olga Cánovas Galindo dijo...

Hasta para pedir un deseo hay que alimentar la burocracia. Donde vamos a ir a parar? :)

Santa dijo...

Cuando quiero de verdad algo, no lanzo monedas, me lanzo yo...

Si solo es un deseo, espero que el tiempo lo ponga en su lugar...

Así me va...( la madre que me parió)

dintel dijo...

Espectadora, espero que donde vayamos a parar sea bien lejos de donde estamos, ¿no crees?

dintel dijo...

Santa, eso me pasaba antes... me lanzaba yo, cual fan en un concierto. Ni te cuento.

Sandra Sánchez dijo...

na....