El hilo de araña no se suele ver a simple vista. La luz debe incidir sobre él de una manera especial para hacérsenos visible y comprobar cómo es de grande la tela tejida. De ahí que la presa esté a merced de la laboriosa araña en cuanto toca una de sus pringosas telas.
Lo mismo ocurre con algunos tipos de relación en el que el comportamiento de la “presa” nos suena extraño, muchas veces, hasta esquivo y no sabemos bien por qué. Seguro que si buscamos con la luz adecuada iluminando su alrededor, en seguida veremos que continua atrapada en la telaraña de alguna ex, que, de alguna manera, mueve los hilos de la manipulación y la zarandea como si fuera una obediente marioneta en deuda con la mano que le hace cobrar vida.
Y aquí, a quien debemos compadecer, aunque casi nos sea imposible, no es a la triste presa que es incapaz de soltarse de la telaraña que la tiene atrapada, no; sino a esa ex que es incapaz de ser si no tiene una presa para poder mostrarse.
Aunque para ser justa, cabe mencionar, que tanto araña como presa tienen una relación simbiótica entre ellas que justifica la posesión y la sumisión de una manera tan sutil, que desde fuera es imposible de entender.
Lo mismo ocurre con algunos tipos de relación en el que el comportamiento de la “presa” nos suena extraño, muchas veces, hasta esquivo y no sabemos bien por qué. Seguro que si buscamos con la luz adecuada iluminando su alrededor, en seguida veremos que continua atrapada en la telaraña de alguna ex, que, de alguna manera, mueve los hilos de la manipulación y la zarandea como si fuera una obediente marioneta en deuda con la mano que le hace cobrar vida.
Y aquí, a quien debemos compadecer, aunque casi nos sea imposible, no es a la triste presa que es incapaz de soltarse de la telaraña que la tiene atrapada, no; sino a esa ex que es incapaz de ser si no tiene una presa para poder mostrarse.
Aunque para ser justa, cabe mencionar, que tanto araña como presa tienen una relación simbiótica entre ellas que justifica la posesión y la sumisión de una manera tan sutil, que desde fuera es imposible de entender.
13 comentarios:
Dintel, las arañas nunca me han gustado y para que te quede claro te lo voy a traducir simultaneamente:
I do not like the spiderwoman
Besos
De arañas sé un rato. Me he pasado la vida intentando no caer en sus redes, vosotros lo llamáis telarañas, creo.
yo hay un montón de cosas que no entiendo, pero estoy con blau: no me gustan las arañas y si son fanfarronas, menos aún!
:)
Las telarañas psicológicas son de las cosas más difíciles en las que puedes caer. Una droga más, que no se ama, se necesita.
un beso
Qué difícil cortar esos hilos sutiles. Pero con paciencia y mucho amor se puede.
La maldita dependencia...
Cuanta razon.
Precisamente ayer pensaba lo jodido que debe ser insecto y quedar atrapado en una telaraña hasta que mueras o vengan a matarte.
Jodido.
Cuanta razón tienes.
Suerte que a veces un golpe de aire bien fuerte nos libra de esas redes invisibles.
Aunque luego nos haga caer en otras.
Y vuelta a empezar
No sólo las arañas tienen fama de "cazadoras". Quizás no sea el animal más salvaje de la fauna.
Besos
pues a ver cuando me libro de esa red.... cagüen
¡Uy! Tengo yo una amiga que es presa de una de esas telarañas desde hace años, la pobre...
¡Y eso que ella vive en Barcelona y el tipo en Estocolmo! ¡Menuda telaraña!
Es que el otro día estuve hablando con ella y me lo has recordado con tu escrito.
:)
uy!!! yo voy con repelente de arañas recien comprado...pena que no existan rayos de vision de esos hilos pegajosos...
Dintel es inteligente y sabia.
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