13/6/19

De título desconocido


Lo bueno de llegar al trabajo dos horas antes es que nadie te molesta y puedes sacarte de encima un montón de asuntos acumulados porque en el día a día te incordian con preguntas y otros quehaceres. Si no viniera a trabajar dos horas antes cada día estaría sepultada entre casos por despachar.

Debo entregar este documento a mi adjunto para que revise los antecedentes. Cuando llego a su despacho me encuentro un hombre al que no conozco sentado en el despacho de mi adjunto y escribiendo en su ordenador. Sin dejar de teclear levanta un momento la mirada de la pantalla y me pregunta si necesito algo. Sorprendido le dejo el documento y le digo que lo mire y complete en cuanto pueda. No recuerdo que mi adjunto dimitiese o fuese despedido, lo mismo solo lo está sustituyendo.

Me dirijo a hablar con Berta, mi secretaria, seguro que ella está al corriente, pero en su lugar encuentro a una jovencita con cara de becaria que me mira esperando que le diga alguna cosa. Como no la conozco, no me atrevo a preguntarle. Mejor me voy directamente a ver a la jefa de sección y le pregunto si han renovado a la plantilla completa, ella sabrá decirme.

Me quedo de piedra al comprobar que tampoco conozco a la persona que ocupa el despacho de mi jefa. Como me ve parada como una atontada delante de su puerta me invita a que me vaya a seguir trabajando.

Por los pasillos me cruzo con un montón de  personas que trabajan conmigo a los que no conozco de nada. Me empiezo a emparanoiar. ¿No será cosa de extraterrestres? Decido tomarme el resto del día libre.

De camino a casa descubro dos cosas: una, que yo soy quién no se conoce; dos, que tengo la mala costumbre de echar la culpa a los demás.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo descubriría una sola cosa: que es un sueño...con adjunto y secretaria!! Fijo que no sería mi vida.
También comparto esa mala costumbre que usted tiene.
Espero que la terapia fuera bien, no sé si una llega a curarse de sí misma....pensé que al menos ayudaría a conocerse a una misma mejor y a hora voy y la leo diciendo que es usted la que no se conoce….....

NOOR

dintel dijo...

Noor, es lo que tiene la literatura, que te enfrenta a tu propio desconocimiento.