Levantarse y ponerse a escribir es algo muy placentero si no
tienes el síntoma de la página en blanco. Entonces en vez de escritura utilizas
la metaescritura, que siempre te saca de un apuro. Los domingos siempre suelen
ser una página en blanco. No tienes la misma sensación que el sábado que aún te
queda todo el fin de semana por delante, que te puedes ir a dormir tarde o
tardísimo porque al día siguiente puedes levantarte a cualquier hora.
El domingo, nada más poner un pie en el suelo a la vez que
te incorporas de la cama y sales de entre sábanas, ya tienes la sensación de
que el fin de semana se ha acabado. Es un día en el que prefieres no hacer
ninguna salida, porque por la tarde te gusta estar pronto en casa, el lunes
tienes que ir a trabajar y debes descansar para ello. Menos aún te tomas un par
de copas que no sea un insignificante vermut al medio día, no te puedes
levantar el lunes con nada que se acerque a una resaca. Los amigos, el domingo,
aprovechan para ir a ver a la familia, es un día para estar todos juntos. Los
que lo hacen, el lunes, se suelen quejar de lo rollo que resultan sus domingos.
Por esto los domingos se suele hacer muy poca cosa y la que se hace no se tiene
sensación de plenitud. En fin, que se acaba pasando el domingo de pérdida de
tiempo en pérdida de tiempo. Yo tengo por costumbre leer, salir a comer fuera y
pasear un buen rato. También escribo. Como soy persona a la que le gusta
cumplir, a medida que voy leyendo me olvido de lo leído, a la vez que descomo y
despaseo, y, por supuesto, la escritura la suelo convertir en metaescritura, así
también conservo mi domingo como una página en blanco, no voy a ser menos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario