16/6/19

Página en blanco


Levantarse y ponerse a escribir es algo muy placentero si no tienes el síntoma de la página en blanco. Entonces en vez de escritura utilizas la metaescritura, que siempre te saca de un apuro. Los domingos siempre suelen ser una página en blanco. No tienes la misma sensación que el sábado que aún te queda todo el fin de semana por delante, que te puedes ir a dormir tarde o tardísimo porque al día siguiente puedes levantarte a cualquier hora.

El domingo, nada más poner un pie en el suelo a la vez que te incorporas de la cama y sales de entre sábanas, ya tienes la sensación de que el fin de semana se ha acabado. Es un día en el que prefieres no hacer ninguna salida, porque por la tarde te gusta estar pronto en casa, el lunes tienes que ir a trabajar y debes descansar para ello. Menos aún te tomas un par de copas que no sea un insignificante vermut al medio día, no te puedes levantar el lunes con nada que se acerque a una resaca. Los amigos, el domingo, aprovechan para ir a ver a la familia, es un día para estar todos juntos. Los que lo hacen, el lunes, se suelen quejar de lo rollo que resultan sus domingos. Por esto los domingos se suele hacer muy poca cosa y la que se hace no se tiene sensación de plenitud. En fin, que se acaba pasando el domingo de pérdida de tiempo en pérdida de tiempo. Yo tengo por costumbre leer, salir a comer fuera y pasear un buen rato. También escribo. Como soy persona a la que le gusta cumplir, a medida que voy leyendo me olvido de lo leído, a la vez que descomo y despaseo, y, por supuesto, la escritura la suelo convertir en metaescritura, así también conservo mi domingo como una página en blanco, no voy a ser menos.

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