En dos hora y media tengo visita con la terapeuta. Me doy
cuenta de que el día que me toca visita es lo único que me importa. ¿Tanta
necesidad tengo de ella? La otra vez que hablamos me dijo que la terapia iba a
ser difícil. No me asusta la dificultad, pero sí su duración. Cuento los días
que pasan que me acercan a la curación. Me perturba un asunto: ¿una se llega a
curar se sí misma? Después del medio siglo se restan los días.
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