Esta vez ha sido al revés. Estaba ella tan tranquila, en el sofá del comedor, viendo un capítulo de House cuando me he levantado de delante del ordenador como si mi butaca quemara y me he puesto a pasear por el pasillo. Sentía la intranquilidad dentro de mí. Al principio, ella ha seguido con la vista clavada en la tele, succionando una coca-cola con su trompetilla mientras sujetaba el vaso con cuatro de sus patas.
Cuando ya iba por el cuarto paseillo de pasillo, ha volado hasta la mesa, ha depositado el vaso y se ha plantado aleteando delante de mí, impidiendo que tras girarme volviera sobre mis pasos.
− ¿A qué viene tanto pasillear? −me pregunta algo molesta mientras zumba demasiado pegada a mi nariz sin que pueda evitar ponerme bizca−. ¿Acaso te molesto cuando tú estás viendo la tele?
He cogido todo el aire que he sido capaz. Mi idea era pegarle un buen soplido, pero al final he decidido, acopiando una paciencia desconocida, contenerlo en mis pulmones. No hay día que, mientras estoy viendo un programa, no se pose en mi hombro y empiece con sus impertinentes preguntas o sus dípteras teorías sobre el género humano.
−Deja de jugar al pez globo y dime qué te pasa. Anda, las amigas estamos para esto.
Me ha cogido de la camiseta y ha tirado de mí hasta el sofá obligándome con su aleteo a sentarme. Ella ha hecho lo propio en el borde del vaso de coca-cola cruzando una de sus patas traseras sobre la otra mientras que con las dos siguientes se aguantaba la rodilla y las dos restantes las ponía en jarras a la expectativa.
−Anda, cuéntame qué te está pasando.
−Estoy harta −he explotado−, harta de que las cosas me salgan mal, de tomar decisiones erróneas.
No ha dicho nada. La he visto buscar en su pequeño cerebro una réplica a mi explosión. Mientras esperaba yo el siguiente asalto preparada para plantar batalla, no iba a dejar que me tocara ni un ápice de mi destrozada autoestima. Era consciente de que quería hacerle pagar mi mal humor. Pero ella, pensativa, no abría la boca. Me observaba mientras con suave cadencia se iba peinando las dos antenas hacia atrás.
−¡Venga, estoy esperando tus envenenadas palabras! Eso de que el hombre es el único animal que tropieza dos veces... Anda, suéltate de una vez.
La Mosca Estremecida ha volado hasta mi pantalón y se ha posado humildemente sobre mi rodilla. Mientras me acariciaba con varias de sus patas me ha dicho con su voz más dulce:
−Tienes razón. No estás pasando una buena época. La mayoría de las decisiones que tomas son equivocadas. Pero ya se sabe: errar es humano.
Esta vez sí que me ha desmontado. Cuando más necesitaba levantar mi energía con una de sus discusiones, va y me da la razón, hundiéndome en mi propio lodo.
−Cuando una persona toma una decisión −continua con ese tonillo maternal que tanto odio−, se supone que es porque antes ha considerado los pros y los contras y con ello consigue el objetivo propuesto (si no, huelga del todo la toma de dicha decisión). Gracias al ensayo y error, las personas podéis adelantar y predecir algunos eventos como consecuencia de vuestras acciones, llegando al punto de intuir si habéis hecho lo correcto o no. Vengo a decir que sí que importa, y mucho, que vuestras decisiones sean lo más correctas posibles ya que la equivocación conlleva a una erosión visible o no visible de vuestra frágil autoestima. Como puedes comprobar en ti misma.
−Errar es de sabios porque te ayuda a aprender.
−Comparto contigo la idea del “aprendizaje”, motor del ser humano en esta vida, pero pienso que si no se pone en práctica de nada sirve poseer la teoría. Pasarse la vida aprendiendo de nuestros errores sin disfrutar de un acierto es como decir que el conocimiento cae en saco vacío. Por lo que sí que importa que vuestras decisiones sean lo más correctas posibles, por vosotras mismas. Y para muestra un botón.
Acabado su discurso me ha dado dos golpecitos en la rodilla y mientras levantaba el vuelo hacia el ordenador me ha dicho.
−Voy a ver mis correos.
Me he quedado en el sofá nadando braza en mi propio lodo procurando no tener un corte de digestión por toda la lógica que la Mosca Estremecida me había hecho engullir.
40 comentarios:
Esta mosca tuya es pura psicología :D
Que bien nos conoce tu amiga.
me encanta tu mosca!! no podria pedirle un par de consejillos??
¡Joé con las mosquitas!
Pues mira, yo creo que incluso lo que nos parece de buenas a primeras un craso error puede que en realidad no lo sea.
Lo de errar o no errar puede tener mucho que ver con la perspectiva temporal y/o física del hecho en cuestión...
Y lo digo en serio.
Ya se lo puedes comentar a tu mosca.
:P
Lo haces de maravilla, digo los dialogos con tu mosca humana....describes genial cada detalle.
una mosca te ha dicho todo eso?... Que suerte tienes, con ella te ahorras una pasta en psicólogos.. no?...
un beso.
Dintel, oyeee, en los chinos de mi casa venden unos matamoscas rosados, ya te lo dije, quieres que te compre uno?????
Besos de baigon....
Brie, no es mía. La tengo de okupa en casa y en el cerebro.
Glauca, es una gran observadora. (Pobres de nosotros)
Cris, prueba. La verdad es que no es muy simpática.
Irreverens, me dice que te diga que ya lo sabe, pero que en una conversación no siempre salen todos los conocimientos. Que si vienes por aquí, que la llames, que te dirá dos cositas a la cara.
(Qué conste que me ha obligado a escribírtelo ;))
Labujamala, no sé si me trata o me desquicia. Tiempo al tiempo.
Blau, chata, soy la Mosca Estremecida, y en los chinos también venden un spray de pintura negra para tapar cualquier color, incluso el azul.
Magda, gracias. (Te he saltado sin querer.)
Jajajajajajaja !!!!
Vaya con la mosca bloguera !!!
Genial !!!!, simplemente GENIAL !!!!
Gurb.
Gurb, veo que te hace gracia. Eso es porque no tienes que aguantarla.
Personalmente mosca te invitaría unos días a casa, te dejaré ver la tele y tomarte los refrescos que quieras, siempre y cuando me sueltes esas joyas de frases que se cocinan en tu cabecita.
Besos.
Geminis, o sea, invitación para la mosca y para mí no. Creo que haré caso a Blue y me haré con un Baigón de esos...
A veces es mejor errar para darnos cuenta de lo que hemos provocado con esa actitud no?
Si no sucediera,igual nunca lo sabríamos!!
Podías hacerle la maleta a la mosca y enviármela unos días! no estaría nada mal que me diera unos cuantos consejos!;P
besos!
entre las moscas y las arañas, menuda fauna hay en tu casa ;)
un besoooo
Chuspi, dice que quiere quedarse un tiempo más conmigo, que aquí vive a cuerpo de rey. ;)
Jei, creo que te equivocas. Aquí arañas, ni una. Aunque... lo mismo me he descuidado de limpiar algún rincón del blog y se ha instalado una.
Tu con tu mosca y yo con mis ninyos.
paciencia. Dosis de paciencia.
Con esa mosca tuya no sabría yo si conseguirle fiemo ( que lo disfrutaría más que la coca-cola ) o abrir la ventana y espantarla .....
Besos Atila jajajajajajaja
Gracias a tí por compartir este espacio tan íntimo como puede llegar a ser un blog. Un placer poder leerte :)
Un intercambio de pareceres si es con alguien inteligente siempre enriquece y da una perspectiva diferente. El que ese alguien sea una mosca no deja de ser una anécdota.
Yo estoy de acuerdo con tu mosca okupa, errar es de humanos. También apuntaría que el error no siempre está en nosotros, a veces nuestro acierto o error no depende solo de nosotros, un tercero o el azhar puede ser determinante en exculparnos de toda responsabilidad.
un beso
Niñaaaaa!!! alquila una "Fragoneta" y pásate por mi blog que tienes unos regalitos. Ah!!! y dile a esa mosca que deje de estremecerse y se "arremangue" que tenéis faena.
Besicos
Hola Bisagra-mosca.
Me he bajado del Pinabeto donde vacacionaba aletargado y me encuentro con la mosca que nos hace reflexionar de "aqui para alla".
Bueno...,si no estas muy liada venia a saludarte y a decirte, que la Espectadora se a quedao corta, mejor que alquiles un Trailer... Tu... porque hay unas cuantas y grandes, osti....
Vinga... Saludos frescos y cordiales desde las montañicas.
Jesus
Préstame esta Mosca tuya un ratito, anda. Maravilloso.
Besos
"Pasarse la vida aprendiendo de nuestros errores sin disfrutar de un acierto es..."
es una contradicción, porque en este caso la idea del aprender conlleva necesariamente la de haber comenzado a acertar
lo siento, no he sido yo, fue mi mosca, que es de esas "moscas de sopa"
:D
Farera, creo que salgo ganando. La mosca no me pide dinero, al menos por ahora. ;)
La+, sólo me faltaría la casa llena de fiemo. Deja, deja, que al menos la coca-cola la podemos compartir.
Carolina, precisamente, la gracia, es que se pierde esa intimidad.
Frabrisa, nada tiene de anécdota que la mosca me despierte en mitad de la noche porque quiere comentar un pensamiento que le ha pasado por su cerebrín.
Espectadora, estoy fletando un equipo de furgonas, en breve, te cogeré los regalitos. Gracias, me han encantado.
Jesús, ha sido todo un detalle por su parte. Eso sí, un trailer como mínimo. Me encanta!!!
Adr, gracias. Por ahora, se queda conmigo, dice. (¡Qué cruz!)
Marga, ¿tú también tienes una mosca? ¿La tuya es sopera?
mmm... por el tono, diría que no le ha gustado mi comentario...
:P
"Hay tres temas: el amor, la muerte y las moscas. Desde que el hombre existe, ese sentimiento, ese temor, esas presencias lo han acompañado siempre." (Augusto Monterroso)
http://valdeperrillos.com/books/farenheit451/antologia-mosca/introduccion-las-moscas-augusto-monterroso
Creo que fue la semana pasada que me prestaron este libro de ensayos y cuentos de Monterroso, ahora me topo con tu díptera mosca, su entretenido recorrido, sus aciertos y disertaciones, su visión a través de ojos compuestos (será esta su ventaja sobre nosotros que apenas logramos ver con un par simple?)..
No sé me pareció interesante toparme con tu Estremecida..
Además que, a aquella cucaracha en el patio nunca se le dió por filosofar, los zancudos solo visitan cuando necesitan algo (de sangre) y la polilla me angustia, (me recuerda un poco a mi) arremetiendo irracionalmente contra el bombillo de luz..
Pues eso, que aproveché un momento libre para pasar a visitar..
Saludos a ti y a tu Mosca..
Publicar un comentario