No nos fijamos porque nos parece que sólo es cosa de sentimientos, pero la tristeza adelgaza. Y no lo digo como hipótesis, lo afirmo como verdad absoluta.
Antes que nada, quiero dejar bien claro que la enfermedad puede afectar con diferentes intensidades y esto no es parte de mi tesis, ya que están clasificadas desde hace tiempo por la OMS (Organización Mundial del Sentimiento).
En mi exposición, voy a referirme, exclusivamente, a dos tipos de tristeza:
a.- La que va apareciendo poco a poco, sin que el paciente se dé cuenta y aumentando progresivamente su intensidad hasta llegar al 9 de la escala de Resiste.
b.- La que viene causada por un estímulo de pérdida o de conflicto y que en pocas horas alcanza el mismo valor que la anterior.
No voy a referirme a la tristeza común ya que considero que es esa dosis que toda persona lleva pegada a su piel y que le sirve de recurso de supervivencia. (1)
Cuando la Tristeza, voy a nombrarla con mayúscula ya que me estoy refiriendo a la de magnitud 9, se instala en nuestro interior, empieza a deteriorar el corazón a la vez que la mente y corrompe la mayoría de nuestros pensamientos con toxinas de apatía. Deshincha el orgullo y hace disminuir el volumen de satisfacción y pierde peso la mayoría de nuestros actos. Todo esto, unido a una deshidratación de la carcajada que pasa a ser una leve sonrisa impulsada por el compromiso social, hace que la masa de vida pierda volumen y peso. La Tristeza, entonces, pasa a atacar a la parte social de la persona y esta empieza a sufrir distorsiones que pueden acabar en una anorexia de amistades. La ropa del personaje que nos ponemos cada día para afrontar la vida, empieza a quedarnos cada vez más holgada y es necesario disminuir progresivamente de talla; se puede llegar inclusive a la desnudez total, pero estos son casos graves de raquitismo del alma.
Para llegar a exponer estos datos, hice la experimentación conmigo misma a falta de Conejillo de Indias. Aproveché un estímulo, lo suficientemente fuerte, para que mi existencia pasara a ser dominada por la Tristeza; observé qué efectos se iban produciendo en mí y fui tomando nota de cualquier cambio por pequeño que fuera; analicé todos los datos obtenidos y aquí estoy, presentando mis conclusiones y afirmando, sin miedo a equivocarme, que la Tristeza Adelgaza.
(1)Para cualquier duda o rectificación (la ciencia avanza) comuníquese conmigo:
dintel, departamento de Sentimentología Aplicada, Universidad de la Vida.
46 comentarios:
...un experimento muy válido...absolutamente de acuerdo contigo...aunque los kilitos que me sobran no hay tristeza que me ayude a perderlos...en fin para eso está el natur house...un abrazo...
Lo de "llegar al 9 de la escala de Resiste", me parece una frase, buenísima...
Ningún conejillo se debería prestar a semejante experimento...nadie debería estar triste tanto tiempo como para quedarse raquítico...
Me encantó tu post, ya veo que la pérdida de peso no ha afectado a tu cerebro...
:)
Un abrazo... feliz día Dintel!
Me ha gustado cómo lo has descrito ......y si , a mi por lo menos me adelgaza .
A mi es que me dá por no comer , pero conozco casos en los que les dá por lo contrario ...y entonces los kilos van que vuelan .
Luego paso a releerlo porque tienes frases geniales y me recrearé
Besos de también inspira ....
El sentimiento más devastador que se produce en mí, es sin duda, la tristeza. No me soporto en esa situación. Prefiero sentirme cabreada o indignada hasta límites 9, pero triste…. Uffffffff, me deja sin fuerzas y recursos.
Recuerdo un episodio en el que mi pareja me dejó tirada cual colilla, decidimos rematar los flecos viéndonos y yendo a comer. Pedimos un plato combinado que yo apenas pude probar (y eso que soy comilona). Como antes muerta que perder la vida, cuando me preguntó porque no comía le dije que había hecho un desayuno copioso y que no tenía apetito. A continuación hizo algo que no olvidaré jamás, comió su plato y el mío. En ese período, adelgacé cinco kilos, llegué a preocuparme porque la sensación era que me consumía, cada día todo me quedaba más y más holgado.
Como no hay mal que cien años dure (cuando me ha ayudado a lo largo de mi vida saber de la existencia de ese refrán), siempre hay un día que me levanto de ole y me digo, “ya estoy harta de estar triste, ahora quiero estar cualquier otra cosa, menos triste” y repunto.
Pero me ha llegado alma tu post porque me he visto reflejada totalmente.
Un besazo
niña dejate de boberías.. los experimentos con gaseosa.. y a la proxima chorizada en el monte te vienes y verás como allí penas las justas o menos.
un beso.
Como buena experimentadora no debes someter a tus cobayas a sufrimientos extremos... así que ahora cógete y rodeate de cosas buenas, de gente que te quiera y que haga engordar tu corazón hasta límites insospechados. No puedes sufrir tú por culpa de la inhumanidad de otro, así que despójate del nivel 9 y a por el 1, que es el normalito que cualquier ser humano puede sentir sólo viendo las noticias de la tele.
Genial el texto. ¿Sabes? Lo que de verdad queda grande no es la ropa. Una es la que le queda grande al que provoca tristeza...
La Tristeza es egoísta y nos quiere para ella sola. Por eso va cortando todos los puentes que nos unen a la vida, salud, amigos ... Sin esos puentes nos convertimos en islotes abandonados a la deriva.
Un abrazo.
Ah que hablas de que adelgaza el alma y el espíritu!! menos mal que lo he vuelto a leer porque he estado a punto de comenzar una dieta de tristeza... con la pereza que me daba ;)
Muy buena exposición, jeje!
Yo también lo he vivido, como cuenta Fabrisa y había adelgazado tanto que hasta los pantalones elásticos parecían gauchos!
En fin, que se pasa fatal y la angustia consume a una!!!
Me ha parecido fantástico cómo lo has redactado, aunque sea haciendo uso de clave de humor!
un beso!
jeje... Por eso también se dice que la felicidad engorda!
Genial! Blogrolled!
y lo peor es la cicatriz que deja cuando ya la has superado, pero mira que cuesta, besitos
...la felicidad tambien adelgaza...podrias realizar un experimento empírico sobre ello...además embellece...nos hace creativas...la felicidad se instala en nuestro ser y ahuyenta a la tristeza...infinitos besos de bolsillo...
Sin lugar a dudas la Tristeza así nos deja, y como cuesta ganarle y producir antitoxinas contra ella.
Genial lo de la OMS...
Un beso
Me ha encantado leerte hoy, bueno más que eso desde luego...
Besitos guapa!!!
No te equivocas. Lo dice una superviviente a la Tristeza que te aplasta contra el sofá, te deja mudo y temblando ante un nuevo día..
Menos mal que la triteza se podera de mis muy de vez en cuando porque si fuera de otra forma tendría que pasar dos veces para que pudieran verme.
a mi me engorda, supòngo que cada metabolismo es diferente, no hay casi nada que me quite el hambre así que,como y como pase lo que pase!! siempre... con tristeza o sin ella, cosa difícil porque a pesar de los buenos ratos siempre está ahí, en un rinconcito sin saber ni por que y sin quererte abandonar del todo... ainssss...
Un abrazo grande
Encarna
Mimundo, ejercicio y dieta sana toda la semana.
(Ya parezco Blue con sus rimas).
Glora, gracias.
La+, sí la tristeza adelgaza y engorda, según cómo te dé, pero de ello hablo en otro de mis trabajos... ;)
Frabisa, me hubiera hecho ilusión que no te vieras reflejada.
Labrujamala, deja, deja, que soy muy científica y me encanta experimentar.
Bie, no te preocupes que la cobaya vive como quiere. ;)
Sensai, creo que somos nosotros mismos los que nos provocamos la tristeza...
Tawaki, me ha gustado tu cometario. Thanks.
Jei, suerte de releer que si no te hago anoréxica. ;)
Chuspi, el humor que no falte.
Carlos, por eso lo dicen... ;)
Isobel, no siempre deja cicatrices. Si queda cicatriz es porque no queremos que cierre.
Arcademonio, veo que conoces bien la teoría.
Magda, pero se acaba ganando.
Ayshane, muchas gracias.
Estefi, sí, ese es el proceso. Por eso es bueno ser amiga del Ave Fénix...
Glauca, casada con la música es difícil que quepa la tristeza en ese matrimonio.
Encarna, cuándo volvéis? Si engorda, procura no estar triste. ;)
Perono sé que es más encantador si una flaquita melancólica o una gordita risueña...
Carlos, ahora me haces dudar. ;)
Bueno, los delgaditos melancólicos y los regordetes risueños también son encantadores, no?
Carlos, supongo que sí. Hay tanto encanto suelto por el mundo. ;)
Vaya expo la de la playa...!
Doctora, ha dado usted en el clavo. Me siento conejillo de indias o tester de laboratorio, que, para el caso, es lo mismo.
De todas formas, quería decirle, doctora, que su receta ha conseguido que esboce una leve sonrisa.
Besos
Carlos, vaya!!!
Adr, sabes que esa tristeza tarde o temprano desaparece. "Una mancha de mora con otra verde se quita". No puedo prestarte a mi Fénix porque un día me la comí. ;)
Se ha superado usted;-)
Felicidades
Verdad absoluta, estoy muerta en vida desde que el amor de mi vida falleció y he adelgazado demasiado no se que hacer, pues la tristeza y depresión me estan matando
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