A los diez años, ya me había leído todo lo propio de la edad: Los cinco, Los siete, Los Hollister, Puck, Torres de Mallory, Las gemelas, Los tres investigadores, toda la colección de Tintín y de Asterix, Mortadelos y Filemones con toda su saga, Esther, Dina, Los clásicos de ayer y hoy (tanto en libro como en cómic) y alguno más que no debo recordar ahora.
Como Alonso Quijano, vivía y revivía las mismas aventuras una y otra vez, pues cuando no tenía qué leer, releía y así, año tras año. Y llegó el momento, en unas largas vacaciones de verano de tres meses en el que se me ocurrió que podía empezar a escribir mis propias aventuras. Y así lo hice. Por las noches, me encerraba en mi habitación y me ponía a escribir hasta la una o así, que mi madre enfadada me enviaba a la cama. Al día siguiente, cuando volvía de la playa, después de comer, me ponía en la terraza a pasar a máquina, una vieja Olivetti, todo lo que había escrito aquella noche. Si he de ser sincera, creo que fue entonces cuando empecé a utilizar el tiempo nocturno para mi escritura, para mis cosas. De ahí salieron una serie de “novelas” escritas a multifín de dieciséis anillas, que me llenaron de orgullo y me dieron la sensación de en este mundo podría hacer todo lo que me propusiera.
Sobre los catorce años, me llegaron los primeros conflictos amistosos y los primeros atontamientos amorosos, entonces dejé la prosa y me pasé a la poesía. He debido componer miles de poemas, no lo sé con exactitud, pues llegados los 33 años, decidí quemar todo lo escrito. En la barbacoa de casa, un sábado por la mañana, empecé a tirar papeles y más papeles, diarios íntimos, poesías, escritos, dibujos.
Durante mucho tiempo dejé la idea de escribir. Supongo que tomé conciencia de mis limitaciones y, ese orgullo perfeccionista que siempre me ha impedido fracasar, supongo, que actuó en mi defensa. Añoré la escritura, y creo que a veces, cuando la pandilla nos reuníamos en un bar, yo escribía en silencio en alguna servilleta para luego romperlo rápidamente. ¿Motivos? En realidad no lo sé. No sé por qué destruí todo, ni por qué dejé de escribir.
Ahora, desde hace cuatro años, he vuelto a retomar la escritura. Una escritura bastante más madura que aquella que dejé cuando explicaba las aventuras de Janet y sus amigas. Volví a escribir por casualidad, enzarzada en una lucha por una injusticia. De ahí salieron textos que me sorprendieron y los quise guardar. Así salió el primer blog, y luego cuando acabó esta lucha, el segundo.
Desde hace un tiempo la gente me presiona para que escriba una novela, pero no me veo capacitada y no hago más que rechazar y negar y no escribirla. Una noche, de esas en las que duermes sola pero no paras de dar vueltas, con el cerebro acelerado porque no tienes a la persona que amas para cogerte y que su calorcito te vaya adormeciendo, di el paso que me faltaba: tomé la decisión, intentaría escribir una novela.
Y como Alonso Quijano, que se creía caballero, yo voy a creerme escritora por una temporada. Espero que mis molinos no me saquen un ojo.
18 comentarios:
Ah! ¿Es que no lo eres? Para mí que eras una escritora famosa con necesidad de anonimato...
Dintel, por favor, tú puedes!!!!!
Mira el contador de tu blog y observa cuánta gente te lee...
Besos
En soledad se toman las mejores decisiones.
Queremos leer esa novela y queremos el premio planeta.
Un beso
Pues... me encantaría leer la novela algún día.
Pues no creo que necesites creerte nada para hacer lo que te apetezca, no creo que tengas que justificarte ante nadie y menos ante ti.
Escribe lo que quieras y sobretodo disfrútalo tú. Luego, si quieres, nos enseñas el resultado.
;)
(por cierto, me has hecho pensar con el comentario a mi último post...
;)
Una que te lee y que está segura de que lo harás fenomenal.
Ánimo y sobre todo......sin presiones.
Buenos dias Dintel, aunque ultimamente no soy muy asiduo, ahora... grata sorpresa, lo prefiero. Siempre recomiendas libros y comics, ahora eres tu la que tiene la decision de escribir, estupenda...por cierto.
Con permiso, lo que me sabe a error es aquel gesto de quemar el pasado, lo digo, porque personalmente conservo casi todo lo que he escrito o dibujado, de vez en cuando lo miro y comparo con lo actual, y aunque no lo creas, me ayuda a decidir.
Bueno, lo tuyo esta hecho humo y cenizas, quizas ahora como el ave Fenix, renazca con nuevo fuego.
Sera....asi lo creo, muy inmteresante esa novela que espero la ilustres.
Besos a la escritora.
Jesus
Me olvidaba.....
Reconozco algo bucolico, ese marinero, desde luego tiene una seriedad idealizada, quizas saliera del campo y se fuera a navegar contra corriente, cruzando mareas y tormentas y en ese estadio de reflexion, cigarro en boca, penso que todas eran diferente pero navegaba con un mismo fin.
Precisamente este comentario, refuerza mi personalidad en lo anteriormente dicho, un batibull de recuerdos cuando navegaba contracorriente, lo peor es que sigo navegando...
Agradezco tu visita, que como casi siempre es parca en palabras y resume una posicion en la vida, cosa que me parece bien, pero con la confianza... me hubiese gustado leer de tu puño y letra las sensaciones no bucolicas de mi querida Dintel.
Mas besos.
Jesus
P.D. Yo te veo mas que de pescadora de Patrona del buque, jaja.
Se puede escribir muy bien, saber hilar verbos, adjetivos o adverbios con maestría y sin embargo dejar un vacío en quienes te leen. La maestría se completa en saber transmitir, que la otra persona pueda visualizar emociones y escenas como si le fueran propias...
Si leo tu blog, y lo hago aunque no comente, es porque SABES ESCRIBIR, y por lo tanto me contagias de tus momentos, de tus recuerdos, de tus escenarios, de tus emociones...
No sé si aún puedes conseguir otro aspecto más que se requiere en la novela, que es el de hilar una trama a gran escala. Pero si mi intuición no me falla, sabrás hacerlo. Espero que sigas adelante con ese proyecto y poder leerlo cuando esté terminado.
Pues, yo espero por esa novela.
Un beso
sé de qué hablas.. hasta ahora has tenido el reparo necesario, la humildad suficiente patra hacerlo bien y con dignidad... es un gran paso te animo a que lohagas y contagies a los demás...una sabe cuando es el momento del gran salto
Una pluma mojada en tinta, puede crear algo más que palabras.
Besos
Te leo siempre aunque no comente porque me gusta como escribes y lo que comunicas, espero leer también tu novela si decides seguir en ese propósito hasta el final... y si por otra parte decides no hacerlo también te leeré, porque los relatos breves tienen lo suyo y no cualquiera los consigue.
Enhorabuena por la decisión: seguro que no te arrepientes de ella. Te deseo largas horas de disfrute.
Una entrada preciosa y entrañable, Dintel.
los hollister! madre mia, pensé que solo lo habiamos leido mis hermanos y yo, jejeje.
Espero que disfrutes mucho, un beso.
espero que no seas muy exigente contigo, leerte es un placer y viendo como te has desnudado y lo que cuentas sin contar, seguro que merece la pena, no nos prives de ello, un abrazo
Ya estás tardando, guapa. ¡Hala, a escribir esa novela!, que cuerda y estilo y buen hacer te sobran.
Que digo yo, además, que teniendo, como tienes, a esa Mosca, que vale un potosí, me la pones a currar y entre las dos hacéis un best-seller.
Voy a esperar tu obra. Bisagra a bisagra ya es todo un logro. Mucho en todas estas páginas digitales y muchas cosas, maravillosas.
Si tú no tienes talento, ¿quién, pues?
Me he dado cuenta que la gente que tiene talento para escribir o pintar no les duele eliminar de un plumazo muchas de sus obras por ser muy críticas con ellas, este es tu caso, por favor sigue creando y no destruyas más obras ;).
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