me dirijo a ti para comunicarte que me he intentado poner las
pilas y estoy escribiendo (te) un texto como el que me pediste. No sé si la
Mosca Estremecida va a permitirme seguir narrando sus aventuras, porque dice
que ya tiene una edad, y que prefiere vivir retirada y no tener que ir firmando
autógrafos allá donde vaya. Estoy intentando convencerla. Por otro lado,
me vuelvo a dedicar a robar anécdotas a la gente. Cosa en la que, después de
tanto tiempo, he perdido mucha agilidad y me tengo que oír “¿tú qué miras?” o “¿puedes
sacar tu oreja de en medio de la mesa, por favor?”, alzándome el rubor en más
de una ocasión.
Pero ya se sabe: como eres Únicalectora, tus deseos son órdenes.
Así que, esperando satisfacer tu lectura en lo más breve posible se despide de
ti,
tuya siempre,
Dintel
2 comentarios:
Querida Dintel, creo que somos muchas "unicalectora" ...gracias por compartir tus "vidas ajenas" quizás podamos compartir algún día las propias...
Anónima, en realidad el tamiz de las historias es mío. Ahora se trata de descubrir que parte soy yo, que parte es ajena a mí.
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