No sé dónde encontrar la paz. La llevaba bien cogida,
prendida de la solapa de la chaqueta, pero al llegar a casa y dejarla para que
campara a sus anchas, ya no estaba. Seguro que la he perdido bajando del metro,
cuando toda aquella troupe de personas ha querido entrar a la vez en el vagón
haciendo alarde del desconocimiento del “dejen salir antes que entrar”. Si es
que no me ha quedado otra que liarme a tortazos y a empujones. Es que una no
puede salir de casa con la paz colgada de la solapa, está visto.
4 comentarios:
Por desgracia.... la gente va a los suyo y te acaban arrastrando a su ritmo.
Es complicado y a veces estresante.
Un abrazo
https://similocuramedeja.blogspot.com/
La gente va buscando pelea... Parece.
Besos
Zhura, debemos arrastrarnos por la vida con nuestra propia cadencia, pero qué difícil es cuando entras en la corriente de los demás, te suele suele arrastrar.
Laura, no me gustan las peleas, me generan impotencia y en el fondo, agresividad.
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