Quién me manda hablar. Si calladita estoy más mona. Os cuento.
Me he levantado temprano, a eso de la una de la madrugada y he ido a las Ramblas a buscar la prensa. Sé que llega más o menos a esa hora. He aprovechado que la mosca dormía a patas sueltas en el sofá para venir a mi despacho y, sin hacer ruido, sentarme en mi butaca a leer. No sé cuánto rato ha debido pasar, pero enfrascada en mi lectura y acostumbrada a estar sola he exclamado bajito:
−¡Cómo está el mundo!
No ha tardado ni dos segundos en venir volando y posarse sobre mi hombro, izquierdo, por supuesto.
−Esta expresión se la oí por primera vez a mis padres −me dice a la vez que se rasca los ojos con las patas para sacarse las últimas gotas de sueño.
−Sí, parece que las cosas no cambian, también se la oí a los míos, pero hace años que me la apropié y corre por mi voz, −le contesto rápidamente, con la esperanza de ser yo la que lleve el curso de la conversación.
La Mosca Estremecida vuela hasta el borde de la página del diario y se me queda mirando.
−Sí, ya veo −me espeta toda irónica−. Seguro que tú eres de las que vivieron su adolescencia con absoluta intensidad, sin importarle nada la realidad social y claro, ahora, desde este sillón en el que estás sentada, miras hacia atrás, hacia esa época de juventud y sólo ves un gran cargamento de pamplinas.
− Oye, Mosca, no empieces a marearme la perdiz. En mi adolescencia yo era muy inquieta y comprometida con…
−Mírame a mí, −me interrumpe−, recién salida del huevo ya me comprometí con la causa social. Ese día levanté mi puño y aún no lo he vuelto a bajar. Pero, claro, tú, ahora, sentadita en el sillón de tu edad, cuando tu estado de madurez ha culminado ya en su totalidad. Lentamente has ido abandonado tu procaz comportamiento para sosegar tus antiguas inquietudes, convirtiéndolas en pensamientos, injiriendo en ellos toda una serie de valores, que viven más por aprendidos que por experimentados.
No puedo más. Sacudo el periódico a ver si vuela lejos de mí y me libro de la perorata que me está preparando. Pero ella, se eleva manteniendo su posición delante de mi cara y se posa sobre la mesita que tengo al lado del butacón, mientras con el zumbido de sus alas entonca la Internacional. Es cínica, la díptera.
−De alguna manera −continua diciéndome como si nada−, el mundo siempre ha andado mal, y nos parece que en “nuestra época” está peor que nunca. Y aunque quedan aún épocas por vivir, o al paso que va la deterioro de todo (no me refiero únicamente al de la Tierra, sino también al de Persona) sería mejor decir, por sobrevivir, se empieza a ver claramente que debemos concienciarnos de la causticidad humana. Es perentorio, pues, que de alguna manera nos pongamos manos a la obra.
−¿Y qué pretendes que haga? ¿Que deje mi vida y me vaya a una ONG? −le grito perdiendo los nervios. Tiene la costumbre de removerme la conciencia en los momentos que yo busco más tranquilidad. Pero ella sigue sin inmutarse, rasacando sus patas delanteras mientras piensa como continuar aleccionándome.−Cuando veo que hay grandes personas que viven absolutamente con compromiso social y humano, pienso que aunque la inmensa mayoría esté de brazos cruzados, no está todo perdido.
Me aparece la vergüenza. A pesar de la inquietud que me produce y a pesar de las ganas de comprometerme, soy incapaz de hacerlo.
−He llegado a la conclusión de que el compromiso es algo que se debe aprender de bien pequeña, casi a la vez que aprendes a lavarte los dientes después de cada ingestión − le digo usando la excusa como lenitivo de mi compunción. −Pues más tú que nadie debiera saberlo. Gracias a mujeres que no han tenido ni pereza, ni miedo y han vivido manteniendo una lucha activa contra las injusticias del mundo, vosotras, las mujeres cómodas, ahora, podéis circular por la calle con la cabeza bien alta. Podéis tener una vida y unos espacios en donde vivirla. Y aunque queda mucho por lidiar contra este abigarrado mundo, sé que siempre existiran personas comprometidas que seguirán pugnando para que tú puedas tener una vida mejor.
Se me queda mirando esperando que le rebata con alguna de mis argumentaciones absurdas. Pero callo. Me siento derrotada. Ella es mucho más fuerte que yo hablando de estos temas. Ella tiene las ideas mucho más claras que yo. Me mira y yo le mantengo la mirada, que intenta ser desafiante y esconder la tristeza y la vergüenza que siento.
Sé −añade sabiéndose ganadora de esta conversación − que tu incapacidad para bregar viene gobernada por tu propia comodidad y soy consciente que cedes tus obligaciones a compromisos ajenos, viviendo así tu vida de forma yerta, con respecto a la magra responsabilidad que te toca −dice descabellándome con la puntilla de mis remordimientos.Sin mediar palabra más, cojo la prensa y me voy al cuarto de baño y me siento en el taburete . En este aspecto, no estoy orgullosa de mí, como bien denota de mi texto.
Sirva, este, como agradecimiento a las personas que con su lucha hacen que no “nos planteemos si tener un hijo o no, por no querer llegar a tener que pedirle perdón por haberle concebido.”
44 comentarios:
jeje eso es realmente lo que se llama una mosca cojonera...
Muy bueno Dintel ;)
Necesito una mosca así. ¿me la prestas? a ver si espabilo de una vez.
Muy buena idea poner en alas de una mosca(por cierto más roja que verde, je) la conciencia.
Besos :9
Pulgacroft, nada, que no hay manera de deshacerse de ella.
Espectadora, es una mosca del estiércol de color negro, pero de alma roja. Insoportable.
Como se nota que es mosca...y no mujer.
Estoy con pulgacroft, menuda mosca cojonera te has buscado deacompañante. Podías haber buscado una hormiguita hacendosa que tuviera tantas cosas que hacer que no tuviera tantas ganas de charla y reivindicaciones, ¿no?
Un beso!
Conso, es que las mujeres cojoneras deben ser inaguantables. ;)
Lucía, eso, una hormiga hacendosa que me quite todo el trabajo de casa... ;)
Fantástico!!!!!
La mosca habla con conocimiento de causa pues sus alas le permiten ver más allá que lo que nosotros desde nuestra humilde butaca no queremos contemplar, y enterramos la cabeza en un libro que nos permita seguir soñando ajenos a lo que realmente transcurre fuera de esas páginas...
Estoy contigo en lo del hijo....soy tambien de las que pienso que no merece la pena engendrar o concebir un nuevo retoño con todo el amor del mundo para luego hacerlo sufrir.
No nos llega ya a nosotros???
Es egoísmo? Es inconsciencia? Es alegría ciega?
Te enlazo! Me gusta como escribes!!!
BESITOS Y HASTA PRONTO!!
Chuspi, gracias por la visita. Cuando gustes...
Todo, todo, no. Pero mira, podéis llegar a un acuerdo: tú cocinas y ella va limpiando los cacharros. ¿Qué te parece?
Lucía, no me parece mala idea. Aunque, por supuesto, ya pensaba cocinar yo. ;)
bueno, obviamente no es suficiente, pero al menos dejaste que la mosca te hablara y no hiciste un rollo con el periódico para matarla...
Saludos.
PD. al final, tener cada uno nuestra propia mosca cojonera de cabecera sería un gran avance... ¿no?
jejejejejeje
ultimamente es que no puedo contigo y tu mosca... sois geniales las dos como pareja!!!
Me da buen rollete y parece que incluso estas mas animada cuando hablas con la mosca... ummmmm
besitos guapa!!!
Aquellas personas que dejan de tener vida propia para abnegadamente dedicarse a los demás, tienen por supuesto, toda mi admiración.
De ahí a que piense que tener un hijo sea una atrocidad, va un abismo. Quizás lo sea si no puedes atenderlo, cuidarle, mimarle y satisfacer sus necesidades básicas.
Muy al contrario y con todos los sacrificios que cuesta criarles, a mi me han proporcionado los momentos más felices de mi vida. Y hoy que ya son adultos les veo con la madurez suficiente como para enfrentar las dificultades y alegrías que el vivir nos depara.
Cuestión de opiniones, ya sabes.
Un beso
Pindakaas, jajajajajajaja, es que quería seguir leyendo el periódico sin que fuera un arma delictiva. ;)
Ayshane, muchas gracias. Ya te contaré más sobre esta mosquilla.
Frabisa, quizá no me he explicado bien en el último párrafo y ha dado pie a error.
Uno de mis compañeros de estos 13 días de campamento (voluntario) venía de otro, hizo el nuestro y mañana marcha a Bolivia a pasar Agosto. No ha sido "cojonera" pero me ha hecho espabilar un poco más... Yo lo llamaría "mosca necesaria".
Jajajaja!!!!!
Cojonuda tu mosca!!!
Pero aclárame una cosa por favor, ¿De verdad que te has levantado a la 1 de la madrugada para comprar el periódico?
Joder !!! Eso no es madrugar!! Eso es trasnochar!!
Si quieres te dejo una dosis de mi porción de Morfeo, que lo llevo pegado al culo cuan mosca cojonera.
Gurb.
Quiero pensar que por muy mal que ande el mundo, no hubo mejor época que la actual, y quien diga lo contrario merecería vivir en esa otra época.
En cuanto a lo del compromiso y nuestros problemas de conciencia desde el sillón, creo que sonreir y ayudar a las personas que tenemos al lado ya es un buen comienzo.
Un abrazo
Solo nos falta conciliar vida laboral, familiar y escapadas para intentar arreglar el mundo, sino puedo ni con el mío!
Pobre Dintel, ya es mala suerte haberte topado con esta mosca de los c... tiene mucha razón, porque estamos como adormilados con ciertas situaciones, pero se está ensañando contigo, pobrecilla, tampoco tú tienes la culpa de todo lo que pasa en el mundo...
Yo me libraría de ella!!!
Petonets
Encarna
María, es bueno para todos que exista gente así, pienso.
Gurb, descuida, a pesar de dormir poco y madrugar mucho no paso nada de sueño. Es muy chulo disponer de más tiempo que el resto. ;)
Tawaki, ;)
Sensai, ¿y quién puede?
Encarna, vendo mosca cojonera a muy buen precio. Razón este blog. ;)
Ayyyyy……que envidia !!!!!!!
Como me gustaría poder prescindir de 2 ó 3 horas de mi sueño…….pero me pasa todo lo contrario que a ti. Morfeo me infecto desde pequeñita.
Resignación…….
Gurb.
hola reina. ya veo que sigues totalmente marchosa, yo me perdí un pelín, jajajajajaja un bico enorme!
Gurb, no te quejes, peor hubiera sido infección de mosca psé psé. ;)
Ad astra, marchosa, siempre. :)
Las moscas cojoneras... ya se sabe, cubren la necesidad de compañía pero por otro lado...
Saludos;-)
Muy bueno el texto, excelente el meterse con la conciencia.
Un beso
Cabe la inteligencia en un cerebro tan pequenyo??? (el de la mosca)
Pd. Las moscas tienen cerebro?
ARrgg... preguntas dificiles en horas inapropiadas.
^^
Muy interesante el dialogo, claro que con ése tipo de moscas... da gusto dialogar, aunque te diga verdades como puños.
si es que eres genial, bueno... como bien sabes me voy unos días, pero no quería irme sin despedirme, mil besos que me veo haciendo los deberes a la vuelta, escribe escribe mucho
Dori, sí, lo que se aguanta para evitar la soledad, ¿verdad?
Magda, no es que me meta con ella, es que aflora a veces, ;)
Farera, en el mundo de las letras cabe todo. ;)
Glauca, pues no te digo cuando está relajada tomando un té, no calla.
Isobel, muy buenas vacaciones. Intentaré cumplir con la tarea de escribir.
Esta mosca tuya, tan filósofa, ella, debería dar un curso en alguna universidad de verano, o así.
El comentario que te voy a hacer no es del texto, ni del contenido. Es otro aspecto que se me filtra en la lecturas que te vengo haciendo.
Puedes creerte que más de una vez he tenido que ir a mirar tus datos personales porque no sabía si eras hombre o mujer.Fíjate si está para allá Inuit.
Bueno,que me encanta como escribes aunque tenga esta duda.
Auroras veraniegas
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