No es de fuera que viene el frío incomprensible.
La tela tejida con hilos de lejanía no abriga.
Me he perdido en una oscura latitud tan honda como la ignorancia.
Sigo desgastando mi alma con palabras absurdas.
Lágrimas vacías rellenas de nada.
Mi piel líquida y mis ojos cerrados de sol.
Fuera de ti, queman todas las palabras.
Las gotas de mi deshielo golpean, al caer, en el acero de mi supervivencia.
Su ruido constante me impide dormir.
La mitad de la vida la devora el dolor.
Nada ni nadie nos pertenece excepto la memoria.
4 comentarios:
Presiosa, que entre las fechas, estos días que está haciendo, que no dan para nada más que pa estarse metidito en casa, y algunas cosillas más, nos pone muy extraños verdad?
Un abrazo muy, muy grande
Encarna
De lo que más me ha gustado delo que he leído tuyo Dintel, (para mi gusto , claro).
Me encanta lo de "Las gotas de mi deshielo golpean, al caer..."
;)
Es cierto...y además sin ella nada nos afectaría , sólo el momento presente.
venia a darte un abrazo , y seguir disfrutando con las cosas que dices, bueno... o como lo dices o como lo sientes no sé , hoy estoy espesa , pero estoy.
besinos
sólo la memoria nos hace ser conscientes... porque la desmemoria nos anestesia.
petonets i salut!
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