Un buen día, nos encontramos con una amistad de golpe, con
tanta naturalidad como costumbre, como si fuera para lo que hubiéramos estado
predestinadas; una amistad que ha crecido, como todo lo que crece en la
naturaleza, en silencio.
8/2/12
El silencio de la amistad
No creo que sea algo que haga ruido, ni tan siquiera en el
momento en que se desarrolla el germen. Germen, ¡qué bonita palabra! Aparece de
forma imperceptible, sin saber muy bien por qué. Supongo que la mano del destino,
jardinera de todos los gérmenes, tiene mucho que ver. Al menos, al principio. Y
ahí está ese recién nato sentimiento, solo en el mundo, desconocedor de cuál es
su objetivo. Pediría alimento a gritos, si pudiera, pero simplemente es capaz
de mirar y esperar a que demos el paso, en un principio inconsciente, para
poder crecer. Crece a la vista de todos, pero el humano, tosco en apercibir
procesos, no para atención en ello.
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2 comentarios:
Dintel, tienes una amistad nueva!
Y un buen día es un día tan bueno... :)
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