20/2/12

Esperando la locura

Quizá los árboles se den cuenta, quizá el silencio me lo oiga gritar, quizá eso sí sea una condena, quizá, algún día, podrá el dolor cicatrizar.

Permíteme hoy hablar,

de las caricias que mueren en las manos y que nunca tu piel podrán  rozar, de los deseos despeñados en barrancos a fuerza de aplacarlos una vez, y otra, y otra más. Del amor mal considerado, del tiempo perdido en sollozar, de miradas guardadas con candados evitando el corazón enseñar. Del tiempo, ladrón, que robó nuestros momentos, sin tan siquiera preguntar, si por el amor vivido a destiempo valía la pena luchar. De tu silencio y de mis lamentos, de la ilusión de esperar ese anhelado milagro sabiendo que nunca ocurrirá.

Permíteme hoy hablar, mientras me fumo la vida, en esta mesa vacía, con velas y bien servida,  esperando a que la locura se digne a venir a cenar.

4 comentarios:

Sandra Sánchez dijo...

" de las caricias que mueren en las manos.."
Me gusta Dintel, me gusta mucho.
Dicen que "todo lo que no se da, se pierde", ¿qué gran verdad no?...
;)

Victoria dijo...

Sí, Pulga, lo que no se da, se pierde...:)lo comparto.

Sobrecogedor y lleno de todo, Dintel. Casi se palpa el sufrimiento de quedarse hasta el final.

Blau dijo...

Dintel, espero que tengas planton...jajajaja

Besos

Raquel dijo...

El tiempo siempre tan ladrón. De verdad.