10/2/12

Mi día de hoy

Cuando me despierto con el deseo que provoca el amor en una noche de sueños y pensamientos sé que voy a pasar el día en un estado de excitación. Estoy sentada en el tren y es como si mi cuerpo y mi mente se hubieran quedado prendidos de esas cálidas sábanas que recogen y callan el aroma de la verdad. Siento el roce de estas sobre mi desnudo cuerpo mientras imagino que son tus manos, tus caricias que inspeccionan mi cuerpo con ansia de aprendérselo. Y arqueo la espalda para contestar al placer que me provocas. Te noto juguetona por todo mi cuerpo e intento disimular para que ni mis gestos ni mi mirada me acusen de todo lo que me haces sentir. Estoy bien quieta. No quiero perder la sensación. Cierro los ojos para recrearte con más intimidad. Me pierdo en el deseo, me viene tu olor y las sensaciones empiezan a convertirse en físicas. Mi cuerpo ha pasado a un estado incorpóreo donde todo es estremecimiento, exaltación. Te beso con delicadeza y dulzura, no queriendo romper la imagen. Me invade tu sabor. Despacio lo recojo de mis labios y trago saliva para hacerlo mío para siempre. El estómago se me encoge, parece que se le dé la vuelta. El nerviosismo me invade, intento controlar la precipitación. Te noto tan dentro que ya no distingo si eres tú o soy yo, ni si tú me posees a mí o soy yo quien está dentro de ti. Suspiro profundamente para cambiar el aire que hace rato contengo. Abro los ojos despacio, el inconsciente me recuerda donde estoy. Cuando vuelvo en mí me descubro con las piernas apretadas una contra la otra y húmeda, muy húmeda, con todo el calor concentrado en un punto y palpitando tu nombre a ritmo de amor. El deseo continúa. Cierro los ojos y vuelvo a empezar. Qué hermoso bucle mientras espero que me sacies.

2 comentarios:

Tawaki dijo...

Voy a darme una ducha de agua fría y ahora vuelvo.

Blau dijo...

Dintel, tu post es un poco mucho ummm. Me lo voy a volver a leer.

Besos