5/2/12

Polina

Es que no puedo pasar por delante de una librería y más si es mi preferida, llena de novelas gráficas y de dependientes amables que te buscan aquella con la que vas a disfrutar más. Normalmente está otro chico atendiendo, pero el dependiente nuevo, que no conocía, me dijo que estaba de vacaciones. Le tuve que volver a definir mis gustos y sin dudarlo, se dirigió al estante más próximo de la puerta y cogió este maravilloso libro.

Los gráficos son sencillos, limpios y sólo utilizan un gris, el negro y el blanco. Me han gustado muchísimo. Son minimalistas, no dibujan mil objetos, ni detalles, ni acaban de dibujar las habitaciones, cosa que hace que centres la atención en el personaje. Vamos, que me ha encantado ir leyendo y perderme en el trazo que me va a indicar la expresión, la postura (en este caso muy importante, pues la protagonista es una bailarina) y la acción.

La historia es de lucha y superación, tema que estos días necesito como el agua pues me hallo inmersa en cambios inesperados. Al ir avanzando en la lectura y pasar las páginas, estas sueltan un agradable olor, al menos para mí, a tinta, que me hace viajar a la niñez, cuando las tintas eran mucho más fuertes que las que utilizan ahora. Ayer, por la noche, sentada delante del ordenador, me lo fui leyendo poquito a poquito, disfrutando de todo lo que me estaba ofreciendo el libro. Por cierto, acariciar sus tapas duras mientras se lee es puro placer. Solo me faltó probar qué sabor tenía.

2 comentarios:

Nosu dijo...

y todas esas sensaciones nos las quitan los ebooks...
El día que saquen uno con diferentes olores a libro, quizá me lo piense

Blau dijo...

Dintel, ya veo que te gusta el placer tapa dur...uuufff quien lo diría.