─¡Dintel escribiendo sobre mí! No puede ser. Debe haber un
error.
Podría empezar hablar de ti, contar toda tu vida, todo lo
que has aprendido, has realizado, has creado, sabes que te conozco bien, pero dejaré
que otros más ilustrados lo haga. Hoy, mis palabras solo tienen un fin:
agradecerte todo lo que has hecho por mí. Tu fiel amistad, incondicional en
todos los casos, ha hecho de mí parte de lo que soy. Sin ti no lo hubiera
conseguido.
Gracias por haberme entretenido al principio de mi vida
lectora, cuando alguien me regaló las Joyas Literarias Juveniles. Ahí estabas
tú; ahí te conocí.
Gracias por dejar que juntaran toda tu obra en aquel tomo
que ponía: “Obras completas de Charles Dickens”. Del cual, no queriendo
criticar, nunca estuvieron completas, ¿te acuerdas que panzón de reír cuando lo
fuimos descubriendo? Ahí fue cuando descubrimos que todo lo escrito no es
cierto.
Gracias por tener una mente abierta y despierta y permitir
que la TVE y en su defecto el UHF, (¿recuerdas los golpes que le dábamos para
cambiar de canal? Estábamos casi todo el tiempo tocando la antena de dos astas
intentando sacar la nieve de la pantalla), a lo que iba, gracias por permitir pasar
cada Navidad alguna adaptación o versión de tu “Cuento de Navidad”.
Gracias por pasarte conmigo noches enteras para intentar
hacer una adaptación teatral de “Scrooge”. Quedó genial, gracias a todos esos
detalles que se te iban ocurriendo.
Gracias, también, por presentarme a Wilkie. Durante aquel
tiempo formamos un buen equipo. De vez en cuando lo sigo viendo y pasamos muy
buenos momentos.
Gracias, por todas aquellas tardes en el sofá de casa
abrazándote y oyendo en mi mente cada una de tus palabras.
Gracias, sobretodo, porque lo poco que sé de narrar me lo
has enseñado tú.
Gracias por presentarme a Oliver, Samuel Pickwick, a Nell
Trent, a Barnaby, al señor Scrooge y a Bob
Cratchit, a Martin Chuzzlewit, a Dombey e hijo, a David Copperfield, a Esther
Summerson y la Señora Jellyby, a mi estimado Pip, a Dorrit, a Lucía, y al
ausente John Harmon.
Me queda camino por andar, esperemos. Solo te pido: no te
separes nunca de mi lado.
4 comentarios:
Dintel, felicidades a tu amigo. Felicidades a ti por su amistad.
Un besote
al ver el título he pensado en Darwin, aquí cada una barriendo pa su casa jaja. claro que él, cumple 203 el día 12
si es que eres una victoriana 100%
vaya compañero de camino más ameno
Publicar un comentario