Nada más despertar la segunda vez, cuando ya había luz diurna en la calle, me he asomado al balcón a ver si la vida era de otro color. Minutos expectantes mirando hacia un lado y hacia otro, en silencio, han acompañado lo que ya sabía de tiempo: he advertido sin extrañeza que todo seguía igual, y eso ha enardecido mi espíritu (que por ser el primer día se ha mostrado reacio a expresar sus emociones) en el siyalosabíayo.
Así que, cerrando el balcón, nos hemos recogido, mi pijama y yo, de nuevo entre las sábanas. Le voy a conceder el lujazo de acompañarme durante toda la jornada. No pienso descender al nivel del vulgo familiar y celebrador que hoy pone un pie en la calle. No, no. En casita y en pijama. Así estrenaré yo este primer día de nuestro año. No pienso dejarme subyugar por este poderoso sol que luce. Lo veré desde mi lecho, desde mi despacho o desde la lejanía del comedor, pero aferrada a mi pijama, cosa que creo que me he ganado de sobras. Porque cuando a un ser asocial como yo se le suelta en medio de las fiestas navideñas (rememoro: hecho repetitivo desde que tengo uso de razón) no hay alocuciones ni excusas jaculatorias que compensen la acción.
Ahora, sin embargo, hoy, sin embargo, me atrinchero en casa, en la precariedad de mi inteligencia emocional (a veces, incluso rústica), en el más absoluto de los silencios telefónicos, al lado de mi atribulada Mosca (mucho más social que yo) hospedada a perpetuidad (no hay manera de echarla, doy fe) que predica con ahínco lo que aprende de los humanos (está escribiendo un libro titulado, La humanidad, todo aquello que no debe hacer un díptero). Me quedaré con mi concierto de primero de año, mi comida sana, mis libros y mis palabras, mi costura (esto os lo cuento otro día) y mis bostezos y estiradas a sabiendas que mañana volverá a ser un día social. ¡Qué efímera es la felicidad! Doy fe.
11 comentarios:
ultimamente tengo ganas de coser, solo que... no tengo tiempo!! así que me empiezo novelas de mujeres que cosen, el club de los viernes, de kate jacobs
feliz año nuevo dintel
¡Qué mejor que hacer lo que te apetezca!
Demasiada fe para tan poco pijama...
Un beso...asocial.
Te acompaño en el sentimiento pijamero y sigo, sin saberlo, tu ejemplo. Viva el pijama el día de Año nuevo.
¡Ay, qué menvidia me das, Dintelilla, tú sí que sabes, y puedes!
Así, justo así, me hubiera encantado comenzar el año, pero como pasa de que tengo dos perinos que necesitan de salir y de airearse, no me ha quedado más remedio que lanzarme a las calles, eso sí, depués del Concierto de Año Nuevo, que disfruté en pijama, comilfó.
¡Hala!, a seguir disfrutando de la jornada pijamera que mañana, efectivamente, será otro día.
Mmmm... aqui con el calor el pijama me sobra... pero te acompaño con la idea general, jeje.
Besos.
feliz año, que una no se ha podido separar de la botella de agua caliente, besitos
Me parece maravilloso todo lo que has decidido para hoy. De verdad. Doy fe (al menos de mis gustos).
Me parece genial que hicieras lo que te saliera del camisón.
¡Feliz Año Nuevooo!
:)
También doy fe de que todo dura poco y de que las vacaciones se nos acaban...
Yo tampoco sali, y eso que por unas horas dejo de diluviar en Sevilla, pero es que no apetecia. Estuve en casa tranquila con mis compañeros de piso y algun amigo, charlando, viendo frikadas por la tele y el ordenador. Echamos un buen rato.
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