27/3/12

Aleph

Escondí mi te quiero entre vanas palabras de una carta dirigida a ti. Sin regla alguna para recuperarlo, para que pudieras enterarte, para que te pudiera llegar mi más íntimo secreto. Envié noche tras noche cada una de las mariposas de mi corazón para que te susurrara mis sentimientos, para que te besara con amor, para que te acariciara con las alas del deseo. Te busqué entre pasillos y entre mis sueños, para entregarte mis ojos escritos con pasión y que solo tú los leyeras. Navegué entre anhelos y locura y entre rabias y corduras ahogando el grito de un nombre que me quemaba en la razón. Recé en silencio y con fervor para dejarte de querer mientras cruzaba los dedos del alma para que nunca sucediera lo que estaba pidiendo. Desesperé por la eterna esperanza de que algún día te fijaras en mí. Escondí mis sentimientos tras mis gafas, mis silencios, mis sonrisas y mis nervios. Desafié al infinito para que un día, sólo un segundo, te fijaras en mí, se cruzaran las miradas y vieras todo lo que despiertas en mí desde hace tiempo, amor.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Amores secretos, anhelantes de una mirada que los acaricie.
Me encanta como lo describes.
Un saludo!