5/3/12

La ducha

Necesitaba no perder tu caricia, la sensación de tu piel contra la mía, que tu olor pintara mi cuerpo, que el deseo latiera en mis infiernos.  Necesitaba abandonarme en tus brazos, que apresaras mi boca en tu boca, notar el sabor de tus besos y latir al compas de tu aliento. Necesitaba que me hicieras tuya, que me excitaras hasta la locura, perderme la noche en tu sexo y mirarte a los ojos en silencio, desde dentro.

Tanto lo necesitaba que bajo la ducha dejé que el agua fuera tu mano, la conduje por lugares prohibidos que solo para ti guardo. Y mientras caía ligera y caliente por la nuca, me ayudaba yo con mi mano, disfrutando, poco a poco, de ti en tu ausencia, con los ojos cerrados y los labios apretados, deseando ese beso, que todavía, ahora, no me has entregado.

4 comentarios:

Blau dijo...

Dintel, no me quiero ni imaginar que pasaría si tu caldera se llega a dañar...lo digo por eso de ...ligera y caliente... jajajaja risas infinitas jajaja

María dijo...

Han vuelto las musas calentitas...

Nosu dijo...

pues yo sería incapaz, me saldría la vena ecologista ante ese gasto de agua y no habría manera de concentrarse jajaj

Hester Prynne dijo...

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