Qué duro se hace escribir hoy. Me he levantado esta mañana y
he descubierto que el brillo que hasta ahora el día me ofrecía estaba mortecino
y algo polvoriento. Maldito sueño que me ha traído el desasosiego. He sentido mal presagio. Tan mal presagio que
tengo miedo de tintar mis sentimientos en papel. No podría soportar sentirme
ridícula al leerlos.
No necesito ya de respiraciones hondas para controlar lo
incontrolable. Solamente soy capaz de jadear con cuidado intentando no mover ni
un músculo del cuerpo porque tengo pavor a sentir el dolor que esta noche he
soñado. Abrázame, por favor.
1 comentario:
Deja que los sueños, sean sueños y abraza a la mujer que tienes al lado antes que lo haga ella, para sentir que solo ha sido un sueño.
Clareta
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