13/3/12

Síndrome de Stendhal, seguro

Desde hace unos días tienes una luz especial que irradia toda tu belleza, belleza exterior e interior se juntan en la misma emisión. Me tienes maravillada. No puedo dejar de mirarte, y aunque intento hacerlo cuando no estás atenta, siempre me descubres deslumbrada por el bello fulgor que emanas, embobada con la mirada fija en ti. Me gusta contemplarte cuando friegas platos porque estás de espalda y tú no me ves. Te giras de golpe para decirme algo y descubres que estoy a años luz de ti, lo que no sabes es que me hallo dentro de ti, buscando la fuente de tu belleza. Me cuesta salir de la ensoñación. Desconoces, también, que me gusta aparecer de repente mientras tú estás ocupada y apoyarme en el quicio de la puerta, bajo ese dintel tan querido por mí, y mirarte a mis anchas entre respiraciones profundas y deseos controlados. Tú y solo tú das el brillo perfecto a mi vida.

2 comentarios:

Blau dijo...

Dintel, que bonito escribes.

Sandra Sánchez dijo...

Precioso!
Y qué cierto, el poder mirar a la persona que amas sin que se de cuenta...
;)